TORREÓN.- No existe ningún caso médico de hidroarsenicismo en La Laguna, y los pozos no rebasan la norma legal de 25 microgramos por litro, aseguró María Concepción Cantú, Jefa de la Jurisdicción Sanitaria 7, que abarca los municipios de Francisco I. Madero y San Pedro.

 

Esa es la situación, según la funcionaria estatal, que se presenta a un año de la publicación del reportaje “La Laguna: Los sobrevivientes del arsénico”, con el que Jesús Peña Sánchez, reportero de VANGUARDIA, ganó el Premio Nacional de Periodismo.

 

En dicha investigación, Peña Sánchez exhibe casos de habitantes de los dos municipios, que presuntamente fueron afectados por beber agua con altos niveles de arsénico.

 

Sin embargo, la Jefa de la Jurisdicción, que tiene menos de seis meses en el cargo, descarta que existan casos.

 

Aseguró, incluso, que no hay registros ni siquiera de problemas de piel, cáncer o diabetes en ningún niño, adulto o adulto mayor en uno de los ejidos y poblados de los dos municipios.

 

“Nosotros hacemos nuestros recorridos continuamente a la zona rural, o de los centros de salud, y no hemos encontrado, ni me han reportado, algún caso de un padecimiento ocasionado por el arsénico”, declaró Cantú.

 

Afirmó que no hay un alto grado de arsénico en los pozos de La Laguna, y sostuvo que frecuentemente se realiza la cloración del agua.

 

Lo anterior contradice lo expuesto por investigadores de la Comarca que afirman que los niveles más altos de arsénico están en pozos de esos municipios, donde han encontrado habitantes con daños al ADN, repercusiones en fertilidad, cáncer de piel y mayor propensión a la diabetes.

 

La funcionaria niega todo: “Aquí no hay nada. La diabetes es por problemas crónicos degenerativos. No hay ningún caso de cáncer de piel, el cáncer más común es el de próstata”.

 

SIGUEN SUFRIENDO

 

VANGUARDIA localizó a don Rafael Rodríguez Ramírez -cuyo caso aparece en el reportaje del 8 de agosto de 2011- sentado en su silla de ruedas y, según dijo, más enfermo que antes.

 

“Siento aún como si tuviera unas brasas en la mochada”, narró mientras se acomoda una frazada, “estoy sufriendo más y más, y en el frío lo resiento. Ya siempre ando con cobijas y tapado, porque me agarra un airecito y como que se me escalda todo el esqueleto”.

 

Los doctores le dicen que es la edad. Lo mismo que hace 10 años, cuando le dijeron que esa úlcera enclavada en su talón que un día brotó, era parte de la edad.

 

Su esposa Emilia Ramírez Hernández aseguró que lo que tiene es más fuerte que la artritis.

 

Don Rafael, de 66 años, reclamó: “Los doctores dan y dan medicamento pero yo no me alivio”. Toma medicinas para la circulación, la presión y la ansiedad. Está operado de la espina dorsal y de la cadera. Usa pañal porque no tiene control de esfínteres.

 

Su esposa padece serios problemas de depresión y también toma medicamentos. Tienen seis hijos, sin embargo, reconocieron, los procuran poco. Viven al día.

 

Por si fuera poco, desde hace cinco meses hay problemas para tener agua de la red. Los últimos tres meses la Comisión Nacional del Agua les llevó tinacos para almacenar agua.

 

Hay un tinaco del que se surten 10 o 15 vecinos. Cada tres días Conagua los abastece.

 

“Se nota la diferencia, está buena el agua que traen”, asevera don Rafael, “dicen que es de Torreón”.