El peso ha pasado de ser la moneda principal más fuerte del mundo a la más débil en el último mes debido al creciente temor de los inversionistas de que la economía se desacelere conforme disminuye la demanda de Estados Unidos, su mayor socio comercial.

 

Luego de fortalecerse 12% contra el dólar desde finales de mayo, el peso se ha debilitado más de 2%, la mayor caída entre las 16 monedas más negociadas, de acuerdo con datos compilados por Bloomberg.

 

El peso es vulnerable porque México, que envía 80% de sus exportaciones a Estados Unidos, crecerá 3.6% el año próximo, la menor expansión desde la recesión de 2009, cuando el presidente electo Enrique Peña Nieto asuma el poder, de acuerdo con la mediana de 23 pronósticos de economistas compilados por Bloomberg.

 

Las pérdidas del mes pasado sorprendieron a los inversionistas que compraron activos mexicanos para aprovechar las tasas de interés más elevadas del país en un momento en que la Reserva Federal de Estados Unidos estaba debilitando al dólar.

 

Durante buena parte de este año, el peso subió porque los inversionistas internacionales aumentaron sus participaciones en bonos mexicanos locales de tasa fija a un récord de 964 mil millones de pesos (73 mil millones de dólares) el mes pasado, o 52% de los bonos en circulación, desde 43% a finales de 2011, de acuerdo con el Banco de México.

 

Ahora la moneda está debilitándose conforme el presidente estadunidense Barack Obama negocia con el Congreso para evitar recortes en el gasto por 600 mil millones de dólares e incrementos en los impuestos a partir del 1 de enero. El llamado “precipicio fiscal” podría hacer que Estados Unidos vuelva a caer en recesión, de acuerdo con la oficina de presupuesto del Congreso.

 

El 5 de noviembre Scotia recomendó a sus clientes vender el peso citando un “posicionamiento algo concurrido” e “incertidumbre” sobre las conversaciones de deuda de Estados Unidos y el crecimiento mundial. Morgan Stanley recomienda utilizar opciones para comprar un seguro contra una venta mayor.

 

El peso bajó 1.2% la semana pasada contra el dólar, la mayor caída desde junio. El debilitamiento de la moneda hizo que los inversionistas en bonos mexicanos perdieran 3% en términos de dólares en el último mes, de acuerdo con datos compilados por Bank of America.

 

Al cierre de la jornada cambiaria de este lunes en bancos de algunos estados del país, el dólar libre se vendió hasta en 13.39 pesos, un centavo más respecto al viernes, y se compró en un mínimo de 12.55 pesos.

 

El dólar interbancario 48 horas por su parte subió ayer 0.45%, con respecto a su cotización anterior, al cerrar en 13.22 pesos.