La proporción de jóvenes que inician su vida sexual antes de los 19 años va en aumento: hace seis años era de 15% y hoy es de 23%, pero de manera paralela se incrementó también la tasa de natalidad, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2012.
De acuerdo con el estudio, una de cada dos jóvenes en el rango de 12 a 19 años que tuvo relaciones sexuales en esta etapa se embarazó al menos una vez y del resto 10% esperaba un hijo al momento en que fueron entrevistadas.
Por lo tanto, la tasa de fecundidad en las mujeres de esta edad también aumentó, al pasar de 30 nacimientos por cada mil mujeres en 2005, a 37 por cada mil mujeres seis años después.
Josefina Lira Plascencia, directora de la Clínica de Medicina de la Adolescente del Instituto Nacional de Perinatología, afirmó que los médicos esperaban que la tasa creciera aún más, por lo que no es una sorpresa que los embarazos en las adolescentes siga a la alza.
“En estos dos últimos sexenios no hubo políticas públicas para la apertura de métodos anticonceptivos para adolescentes, simplemente carecimos de ellas”, dijo en entrevista con 24 HORAS.
La especialista subrayó que los jóvenes conocen los anticonceptivos, por los menos el condón y las pastillas anticonceptivas, pero no hay acceso a ellos ni consejería de cuál es el mejo para evitar un embarazo no deseado o una enfermedad de transmisión sexual.
De acuerdo con la ENSANUT 2012, nueve de cada 10 adolescentes conocen algún anticonceptivo y el uso de alguno de ellos durante la primera relación sexual se duplicó.
Sin embargo, Lira Plascencia señaló que esto se debe a que la “primera vez” la piensan, la realizan con más conciencia y utilizan el poco o mucho conocimiento que tienen; pero el resto de las ocasiones que tienen relaciones sexuales no los compran porque son caros, tienen miedo de ser juzgados si los piden en los centros de salud, o simplemente no de forma gratuita en estos centros.
Otro problema que existe es con los médicos, quienes no prescriben métodos anticonceptivos a adolescentes por temor a recibir represalias de los padres. “Ellos dicen que si un padre encuentra una receta con su nombre se meterán en problemas y prefieren no hacerlo”, explicó.
No obstante, esto deja en el abandono a los miles de jóvenes que empiezan su vida sexual a edades muy tempranas y no tienen la orientación necesaria para ejercerla de manera responsable.
Sobre el número de adolecentes que alguna vez estuvieron embarazadas, Lira Plascencia señaló que se desconoce si todos esos embarazos llegaron a su término o las chicas abortaron, ya sea de forma electiva o espontánea.
Aseguró que todavía no se tienen datos precisos sobre el aborto, ya que sólo es legal en el Distrito Federal, pero han observado que la mitad de las jóvenes menores de edad que se embarazan no lo concluyen, aunque se desconoce si la interrupción fue de manera legal o lo hicieron en su casa con pastillas que pueden comprar en la farmacia.
ENFERMEDADES DE TRANSMISIÓN SEXUAL, EL OTRO RIESGO
Las infecciones de transmisión sexual (ITS) son otro problema entre los adolescentes, pues un gran número realizan prácticas como sexo oral para no embarazar a su pareja, lo que significa un gran riesgo de contagio, afirmó Josefina Lira Plascencia.
“Si no ponemos atención a este problema vamos a tener un gran problema de salud en el futuro”, advirtió.
La ENSANUT 2012 indica que 2.3% de los adolescentes que iniciaron su vida sexual ha recibido atención médica por alguna ITS, “lo que puede reflejar prácticas sexuales protegidas”.
Sin embargo, la especialista aseguró que esto también podría demostrar que los jóvenes no acuden al médico por vergüenza o temor de haber contraído este tipo de enfermedades. Ejemplificó que 53% de las jóvenes embarazadas que acuden a consulta por primera vez tienen infecciones vaginales o cérvico-vaginales, que son un preludio de alguna ITS.