La prevalencia mundial de la obesidad se duplicó durante las tres últimas décadas, afectando principalmente a la mujer, dio a conocer el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO).

 

De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el IMEO alertó sobre esta situación en el marco de la celebración, este lunes, del Día Mundial contra la Obesidad.

 

Señaló que en España, el aumento del desempleo femenino y el esfuerzo de ajustar la economía doméstica a los bajos ingresos han determinado el consumo de productos más baratos y, en consecuencia, menos nutritivos.

 

Apuntó que las mujeres también engordan más por ansiedad y de hecho, en España, este trastorno obsesivo-compulsivo afecta a dos mujeres por cada hombre.

 

Sin embargo, anotó que las mujeres españolas se preocupan por su figura, practican más ejercicio físico moderado y son las que principalmente contratan tratamientos de pérdida de peso.

 

En cuanto a los datos europeos, los niveles de obesidad de los adultos en la Unión Europea se multiplicaron por tres en un solo año, situándonos casi al nivel de Estados Unidos, en el caso de las mujeres pasando del 8% al 23.9% en un solo año.

 

La directora del Departamento de Nutrición del IMEO, Elizabeth González Rubio, apuntó que principalmente son tres los aspectos que influyen en la mayor tendencia de la mujer para desarrollar sobrepeso: el aspecto emocional, endocrino–hormonal y metabólico.

 

A nivel emocional, explicó, las mujeres son más vulnerables a sufrir depresión y ansiedad y a menudo se detecta en un alto porcentaje de pacientes un marcado paralelismo entre la forma de comer y el estado de ánimo en el que se encuentra la mujer en un determinado momento.

 

En cuanto al nivel hormonal, las representantes del sexo femenino sufren más cambios, marcados por el ritmo biológico y se perciben con mayor intensidad durante el ciclo menstrual, los meses de gestación y en la menopausia, con una mayor tendencia a la disminución de la masa muscular y al aumento de la grasa corporal.

 

En el plano metabólico, apuntó que se estima que el gasto energético del cuerpo en reposo puede consumir hasta 70% de las kilocalorías diarias por la respiración, las diferentes reacciones que ocurren y la musculatura.

 

Las mujeres tienen menor masa muscular que el hombre, hecho que hace más lento su metabolismo y le hace menos efectivo quemando grasas, sumado a la falta de actividad física regular, lo que acentúa la tendencia a acumular grasa corporal.