WASHINGTON. Según The New York Times, los altos responsables del FBI y el Departamento de Justicia fueron informados el pasado verano de la relación extramarital del general retirado y, hasta la semana pasada, director de la CIA, David Petraeus.
Dicha relación fue confirmada por una investigación, desatada, siempre según esta versión, por las quejas de Jill Kelly a un oficial del FBI amigo suyo, sobre los escritos que recibió por parte de la amante de Petraus, Paula Broadwell. Aunque el rotativo sólo explica que mediante “técnicas forenses” fue averiguado el correo abierto anónimamente por la autora de las amenazas electrónicas, Julii Kelly, aclara que los investigadores accedieron a las otras direcciones electrónicas abiertas desde la dirección de la computadora que remitía las amenazas.
Además de identificar a Broadwell como la supuesta autora del ciberacoso en contra de Kelly, los agentes encontraron en la computadora que la amante de Petraeus entregó voluntariamente, documentación clasificada, que éste negó haberle facilitado.
Según la versión del rotativo neoyorquino, fue en ese punto de las investigaciones a finales del verano, cuando se trataba de comprobar si el general estaba implicado en el ciberacoso cuando los agentes del Departamento de Justicia notificaron a sus superiores las derivaciones de la indagación.
El general retirado David Petraeus comenzó un romance con su biógrafa en 2011, dos meses después de asumir el cargo de jefe de la CIA, declaró un ex asesor el lunes, quien agregó que el militar está “devastado”.
La repentina renuncia de Petraeus el 9 de noviembre después de una estelar y disciplinada carrera dejó estupefacto a Washington, en tanto que integrantes del Congreso se preguntan si la seguridad nacional se vio comprometida y por qué no se les informó antes.
“Fue como un relámpago”, dijo la senadora demócrata Dianne Feinstein, jefa del Comité de Inteligencia del Senado, a la cadena Fox.
Petraeus tenía planeado presentarse ante comités legislativos el jueves para testificar sobre el ataque del 11 de septiembre al consulado estadunidense en Bengasi, Libia, donde murieron cuatro estadunidenses, incluyendo el embajador Chris Stevens.
Se espera que el subdirector de la CIA, Michael Morell, declare en lugar de Petraeus, pero Feinstein y otros no descartan la posibilidad de que el Congreso llame a Petraeus a dar testimonio en una fecha posterior.
Petraeus y su biógrafa, Paula Broadwell, de 40 años, han sido discretos sobre su relación.
Pero Steve Boylan, un ex vocero del militar retirado, dijo el lunes a ABC que Petraeus terminó la relación hace cuatro meses.
Boylan agregó que Holly, la esposa del ex general durante 38 años, está “furiosa”. Boylan, quien dijo que habló con Petraeus el fin de semana, también dijo a NBC que él está “devastado”.
De confirmarse la versión, el presidente Obama tuvo que conocer, por parte del Departamento de Justicia, la situación del general Petraeus. EFE y AP
Kelly y el festival “Gasparilla pirate”
MADRID. La prensa estadunidense identificó a la víctima del ciberacoso que originó la dimisión del director de la CIA, David Petraeus, como Jill Kelley, una mujer maronita de 37 años de origen libanés residente en Tampa (Florida) y amiga de la familia del general retirado.
Jill Kelley y su esposo, el cirujano Scott Kelley, escribieron un comunicado el que señalan que: “Nuestra familia ha sido amiga de la familia Petraeus durante cinco años. Respetamos su intimidad y la de su familia y queremos lo mismo para nosotros y nuestros tres hijos”.
El Tampa Bay Times recoge unas declaraciones el 31 de enero de 2010 del general David Petraeus, como huésped de la lujosa mansión de la familia Kelley para presenciar con su esposa Holly el desfile del festival Gasparilla pirate cuando dirigía el Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM) desde la base aérea de MacDill en Tampa. Algunos medios citan a próximos al general retirado que describen como una simple amistad la relación con esta mujer que, según la versión de la investigación conocida hasta ahora, recibió los anónimos mensajes de amenaza por causas que no han sido aclaradas.