Después de 71 días, el Senado aprobó por 99 votos a favor (PAN, PRI, PVEM y Panal) y 28 en contra (PRD, PT y MC) la reforma laboral, y aprobó enviarla al Presidente de la República para que la publique y promulgue.
Solamente se votó una nueva redacción para los artículos 388 bis y 390, que fueron eliminados por la Cámara de Diputados, y establecen las condiciones para que un sindicato celebre un contrato colectivo de trabajo. Estos fueron enviados a la Cámara de Diputados para su posterior discusión. En contraparte, quedó íntegro el Artículo 373, que obliga a los sindicatos a informar cada seis meses a sus agremiados de la administración del patrimonio sindical.
La falta de reglamento en la iniciativa preferente trabó hasta el final la aprobación de esta reforma que fue calificada por tirios y troyanos como histórica, ya que todos reconocieron su importancia, ya sea para bien o para mal de la nación.
Ya al final, en el último procedimiento, los senadores volvieron a enfrascarse en la discusión. En esta ocasión, el líder de los perredistas, Miguel Barbosa, aseguró que se violentaba la Constitución y acusó directamente de ello al presidente de la mesa directiva, Ernesto Cordero.
Así inició una discusión entre PRD, PT y Movimiento Ciudadano contra el PAN, en la que los de la izquierda pedían que la minuta se regresara a la colegisladora y los panistas fast-track la enviaban a su promulgación.
Finalmente, Cordero propuso un acuerdo para que se votara la autorización para enviar su publicación y promulgación de los acuerdos aprobados, así como votar el acuerdo aprobado en la Cámara de Diputados, en el mismo sentido de enviar la iniciativa para su promulgación y finalmente emitir la declaratoria para enviar a la Cámara de Diputados la discusión de los artículos 388 bis y 390, que también otorgan a los trabajadores la facultad de oponerse a la celebración del contrato colectivo de trabajo, para lo cual se requerirá cuando menos el sufragio de las dos terceras partes de los empleados con derecho a voto.
Con esta votación terminó el último punto de fricción respecto de esta reforma laboral, que suscitó una serie de protestas y plantones en los más de dos meses en que se discutió.
Desde la aprobación en lo general los senadores perredistas mostraron su desacuerdo. Alejandra Barrales, al dar a conocer la posición de su partido -en contra-, señaló que después de esperar por más de 20 años la reforma laboral, los perredistas lamentan el resultado que se obtuvo.
Aseguró que esta reforma busca abaratar la mano de obra al legalizar la subcontratación, porque se aprobaron figuras que van a afectar a los trabajadores: el pago por hora, el trabajo a prueba, el famoso outsourcing que es la subcontratación que nos va a llevar a subsalarios, a subprestaciones y a sub-beneficios para los trabajadores.
Quienes habían votado con ellos la transparencia sindical, los panistas, desde el principio dejaron clara su posición, el ex secretario del Trabajo Javier Lozano aseguró que el 23 de octubre el Senado tuvo una sesión histórica cuando se unió con el PRD en los artículos por la transparencia sindical, pero dejó claro que su grupo parlamentario votaría a favor.
Las razones que dio fue que consideran que los temas de transparencia son mucho mejores que lo que hoy está vigente, la reforma laboral está orientada a la competitividad, fortalece el equilibrio entre el capital y el trabajo y es una reforma laboral largamente esperada, es sustancialmente igual a la de 2010, 2012 y a la presentada como preferente por el presidente Felipe Calderón.
El PRI también se manifestó desde un principio a favor de lo enviado por la colegisladora y ya contaban con la mayoría para enviar la reforma laboral a su promulgación.
Pasaron cinco horas en las que se discutieron uno a uno los cuatro artículos en problemas, el 371 que quedó como lo aprobó el Senado y el 373 que tuvo cambios y fue aprobado por la mayoría.
Después los senadores aprobaron por 65 votos a favor y 61 en contra los artículos 388 Bis y 390, que fueron enviados a la Cámara de Diputados para su posterior discusión. Con información de NOTIMEX
Lo que quedó
Después de meses de estira y afloja, la reforma laboral incluye estos tópicos:
—Cada seis meses, los sindicatos deben informar a sus agremiados de la administración del patrimonio sindical.
—Se establecieron nuevas condiciones para que un sindicato celebre un contrato colectivo de trabajo y se otorga a los trabajadores la facultad de oponerse a la celebración de ese contrato.
—Se avala el pago por hora.
—Hay nuevas modalidades de contratación.
—Se permite el trabajo por temporada.
—Se da luz verde a los periodos de prueba.
—Se regula la subcontratación laboral.
—Asienta la capacitación inicial.
—Se prohíben condiciones laborales que impliquen discriminación por motivos de origen étnico o nacional, de género, edad, condición de salud, religión, preferencias sexuales y condiciones migratorias.
—Si el patrón, en un juicio laboral, no compruebe la causa de rescisión, el trabajador tendrá derecho a una indemnización de tres meses y al pago de los salarios vencidos computados hasta por un periodo máximo de 12 meses.
—Tipifica las conductas laborales de hostigamiento y acoso sexual.