Las investigaciones en torno a los responsables de elevar ilegalmente la deuda de Coahuila revelan que Sergio Ricardo Fuentes Flores, ex administrador general de Políticas Públicas del Sistema de Administración Tributaria del estado, confesó que él y Javier Villarreal Hernández, el titular de la dependencia, se hicieron millonarios extorsionando a empresas que tenían tratos con la autoridad estatal.

 

“El dinero que hicieron Javier, Sergio y otros de los involucrados no proviene del erario, allí se equivocan cuando creen que les van a encontrar algo. Ellos librarán toda acusación pues su ‘negocio’ fue otro”, expresó uno de los informantes, aunque sin presentar pruebas de sus dichos.

 

“Lo que hacían era cobrar comisión a los proveedores”, detalló, “lo hicieron durante muchos años, prácticamente extorsionaban a quien vendía productos o servicios al gobierno estatal; en muchos casos el moche era de 10% de lo facturado”.

 

Se supone que las pruebas que se harán llegar a las autoridades muestran a quien pudiera ser Fuentes Flores llorando, pidiendo disculpas y hasta confesando que el cargo de conciencia de la fortuna ilegal que habría hecho los últimos años lo sumieron en una depresión tan profunda que varias veces pensó en el suicidio.

 

Pero en sentido contrario a este señalamiento, el remordimiento de Fuentes no llegó a tanto, pues se desconoce su paradero desde que el 29 de octubre del año pasado, cuando se presentó a declarar y depositó una fianza de 1.6 millones de pesos en el Juzgado Segundo de lo Penal en Saltillo, para quedar libre, tan sólo unas horas después de que hiciera lo mismo Villarreal Hernández.

 

Por lo pronto, el gobierno estatal ha pagado hasta ahora tres mil 18 millones 165 mil pesos en abono a la deuda e intereses, crédito que deberán pagar los coahuilenses por los próximos años.

 

Hasta el 30 de septiembre de 2012, la deuda neta de Coahuila era de 35 mil 241 millones 924 mil pesos.