PARÍS. El presidente francés, François Hollande, reconoció que su país vive una etapa difícil de crisis y aseguró que lograr crecimiento económico y combatir el desempleo serán claves en su mandato porque “la decadencia no es el destino de Francia”.

 

El jefe del Estado defendió las medidas que su Gobierno anunció durante los últimos meses para combatir las consecuencias para Francia de la crisis económica mundial y consideró que no ha modificado sus prioridades desde que está en el cargo.

 

Hollande, ante casi cuatrocientos periodistas y en su primera gran comparecencia ante la prensa, de dos horas y media de duración, aseguró que para él la “reorientación de Europa” es prioritaria, junto a la reducción de la deuda del país y la recuperación de la competitividad.

 

“Lo que me importa, es saber si lo que hago es útil, eficaz y justo”, señaló el presidente, que trufó de frases solemnes una declaración muy esperada después de la continuada caída de su popularidad en los sondeos de opinión entre sus conciudadanos.

 

La aprobación de la gestión de Hollande y del Gobierno que dirige Jean-Marc Ayrault se sitúa por debajo del cincuenta por ciento de los franceses, que han descubierto en los últimos meses el impacto que la crisis económica está teniendo en su país.

 

Hollande renovó su confianza en Ayrault -a quien la oposición y numerosos analistas le han reprochado cierta falta de control interno de sus ministros- y dijo que eligió al primer ministro porque confía en él: “Es serio, leal, dedicado a la causa pública, (…) sabe lo que significa dirigir”.

 

A pesar de confirmar la impopular subida del IVA para compensar el multimillonario recorte del gasto público anunciado por el Gobierno en contra de sus promesas de campaña, Hollande insistió: “En seis meses, no he tenido que hacer un cambio de rumbo”.

 

Apeló a la “descentralización” y a la “simplificación” de los procesos y en esas líneas de actuación situó además los 50 mil millones de euros de ahorros contenidos en las diversas medidas anunciadas por el Ejecutivo de Ayrault, destinadas además a financiar la recuperación de la competitividad de Francia.

 

En relación con la situación en la Unión Europea, Hollande estimó necesaria una “reorientación de Europa, para salir de la crisis lacerante de la zona euro”.

 

Mencionó sus posiciones previas a asumir el cargo, cuando defendía una reforma del Pacto de Estabilidad alcanzado en la UE para completarlo con medidas que favorecieran el crecimiento y estimó que con las decisiones del Consejo Europeo del 29 de junio se cumplieron sus expectativas. EFE

 

Ministro del interior incendia el Parlamento

 

PARÍS. El ministro francés del Interior, el socialista Manuel Valls, acusó en el Parlamento a la derecha de ser responsable de “la vuelta del terrorismo” en Francia, lo que causó protestas airadas de los parlamentarios conservadores.

 

Valls, en la sesión de preguntas al Ejecutivo, respondía a una cuestión planteada por el diputado de la Unión por un Movimiento Popular (UMP) Eric Ciotti, que ponía en duda las cifras de delincuencia aportadas por el Gobierno.

 

“Son ustedes quienes fracasaron y los franceses pagan ahora diez años de una política de seguridad hecha con leyes que no han servido para nada y que no se han aplicado”, contestó Valls.

 

“El fracaso son ustedes, el incremento de la delincuencia son ustedes, los recortes de puestos de policías y gendarmes son ustedes”, dijo el ministro, cuya intervención y posterior escándalo causó la suspensión temporal de la sesión de la Cámara de Diputados.

 

Los ánimos se encendieron de tal modo que un diputado de la UMP, Claude Lellouche, intentó echarse sobre el ministro, como explicó aquel posteriormente a la prensa, para “agarrarle de la solapa y decirle que no se acusa a la mitad de los franceses que votaron por Nicolas Sarkozy (el anterior jefe del Estado) de fomentar el terrorismo”.

 

El jefe del grupo de la UMP en la Asamblea, Christian Jacob, mencionó que Valls -cuya popularidad es manifiesta entre los franceses, según todos los sondeos, que le colocan incluso por delante del primer ministro, Jean-Marc Ayrault-, debe dimitir.

 

“El presidente tiene que preguntarse sobre su permanencia en el Gobierno”, dijo el diputado sobre Valls.

 

Unos minutos después, el presidente Francois Hollande, durante su comparecencia frente a la prensa defendió al ministro Valls: “Es una cuestión que debe unir a todas las fuerzas políticas democráticas, a todos los franceses. (…) Si puedo dar un consejo a unos y otros, es el de no perder el tiempo”.

 

“Es una causa sobre la que debemos unirnos y es mi responsabilidad que haya en esta cuestión más que un consenso, la unidad de la nación”, destacó Hollande, que aprovechó la ocasión para dejar claro que Valls hace “muy bien” su trabajo.

 

“No nos dividamos, no creemos polémicas, no busquemos utilizar no sé qué frase con fines de política interior”, concluyó el presidente, para quien el tema es “demasiado grave” como para caer en ese tipo de prácticas. EFE