BRASILIA. El juicio del siglo en Brasil ya ha condenado a prisión a tres dirigentes del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), pero sin arañar ni su caudal electoral ni la imagen del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, en cuyo primer mandato ocurrió el escándalo que juzga el Tribunal Supremo.
El proceso, que se abrió el pasado 2 de agosto, ha revelado una trama de corrupción que, según el Tribunal Supremo, el PT estructuró después de que Lula ganó las elecciones de 2002.
La corte estableció que esa red se valió de recursos públicos desviados del Congreso y del estatal Banco do Brasil y sirvió para financiar campañas en forma ilegal y sobornar a cuatro partidos con el fin de que le dieran la mayoría parlamentaria que el PT no había obtenido en las urnas.
De los 37 acusados del juicio, doce fueron absueltos.
Los más relevantes de los 25 declarados culpables son el ex ministro de la Presidencia José Dirceu, durante décadas un fiel escudero de Lula, el ex presidente del PT José Genoino y el antiguo tesorero de esa formación Delubio Soares.
Pese a que la corte calificó a Dirceu como “jefe” e “ideólogo” de toda la trama y consideró que muchas de las negociaciones tuvieron como escenario su despacho en el palacio presidencial, casi vecino al de Lula, la justicia no halló pruebas para implicar en el caso al ex mandatario.
Dirceu fue condenado esta semana a diez años y diez meses de cárcel, mientras que las penas para Genoino y Soares fueron, respectivamente, de seis años y once meses y ocho años y once meses.
Aunque las penas fueron dictadas tras las elecciones municipales de octubre pasado, para entonces los dirigentes del PT ya habían sido declarados culpables, pero eso no influyó en el electorado.
En términos nacionales, el PT recibió el mayor caudal de votos en esas municipales y el número de ciudades bajo su control pasó de 558 a 636, con un crecimiento del 13 por ciento.
El PT, con una participación plena de Lula en la campaña, hasta arrebató a la oposición la Alcaldía de Sao Paulo, la más importante del país, que había perdido en 2005.
Aunque el nombre de Lula ha sido citado casi a diario en un juicio transmitido por televisión, su popularidad no ha sufrido, según las encuestas de opinión.
Un reciente sondeo aseguró que si Lula fuera candidato del PT en las presidenciales de 2014 obtendría un 69.8% de los votos, mientras que si esa formación apoyase la reelección de su sucesora y actual presidenta Dilma Rousseff, vencería con el 59%. EFE