JERUSALÉN. Las alarmas antiaéreas sonaron ayer en Tel Aviv por primera vez desde la Guerra del Golfo de 1991 por el lanzamiento de al menos dos misiles contra la región colindante, informó el ejército israelí.

 

Los protocolos de alarmas llevaron a miles de personas a refugiarse en lugares estratégicos. No hay visos de que el enfrentamiento vaya a parar. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu aseguró que “Israel está preparado para hacer lo necesario para proteger a los ciudadanos”. En las calles, soldados alertaban a la población a través de folletos preventivos en el que les explicaban que “por su propia seguridad, eviten su presencia en las proximidades a instalaciones de Hamás”.

 

La policía precisó, por su parte, que “existen grandes posibilidades de que un misil cayera en el mar en los alrededores meridionales de la ciudad”.

 

Los misiles que detonaron en Tel Aviv se dirigieron hacia el denominado bloque Dan, la región que integra y rodea a Tel Aviv, corazón económico de Israel y al que nunca antes habían llegado cohetes lanzados desde Gaza. En esa región fallecieron tres israelíes civiles.

 

El dirigente de Hamás, Jaled Meshal, desde Jartúm, comentó que “la resistencia continuará”.

 

En Gaza, los brazos armados de Hamás y la Yihad Islámica han reivindicado el lanzamiento de cohetes tipo Fajr, de fabricación iraní y 60 kilómetros de alcance, uno contra Yafa (localidad anexa a Tel Aviv, la segunda urbe de Israel) y otro contra Rishon Le Tsion, cuarta ciudad del país.

 

En Rishon el cohete cayó en un descampado cerca de la ciudad, a unos 15 kilómetros al sureste de Tel Aviv, sin causar daños personales ni materiales, informaron a Efe fuentes militares israelíes.

 

En sendos comunicados enviados a la prensa, las dos milicias indicaron que los cohetes se lanzaron en respuesta a la muerte del líder del brazo armado de Hamás, Ahmed Yabari, al ser alcanzado por un cohete israelí, acción con la que Israel inició la operación “Pilar defensivo”, en la que han muerto quince palestinos, nueve de ellos civiles.

 

En Gaza, las calles permanecieron solitarias después de los enfrentamientos.

 

La última vez que se oyeron las sirenas antiaéreas en Tel Aviv fue en 1991, cuando el entonces presidente iraquí, Sadam Husein, ordenó lanzar misiles Scud contra Israel en represalia por el inicio de la Guerra del Golfo.

 

Hamás amenaza

 

JARTUM. El líder del grupo islamista palestino Hamás, Jaled Meshal, señaló ayer que “la batalla contra el enemigo continúa” tras los últimos ataques israelíes contra Gaza y auguró que “los días de Israel están contados”.

 

En una intervención ante el II Congreso del movimiento islámico, que se celebra en Sudán, Meshal anunció que su grupo seguirá “en el camino de la ‘yihad’ (guerra santa) y la resistencia”, y alabó al líder del brazo armado de Hamás en la franja, Ahmed Yabari, asesinado ayer en la ofensiva israelí.

 

El presidente palestino, Mahmud Abbas, suspendió su gira europea y regresó a los territorios palestinos ante el deterioro de la situación en Gaza, según anunció el negociador jefe palestino, Saeb Erekat.

 

“Tenemos una situación muy grave en Gaza. Tenemos una situación que se deteriora cada hora que pasa”, dijo Erekat, que aseguró que el presidente palestino ha estado en contacto en las últimas horas desde Suiza con el presidente de Egipto, Mohamed Mursi, y con el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, entre otros.

 

El presidente palestino, que debía visitar Francia este fin de semana, realiza una gira europea para recabar apoyos a la petición oficial de elevar a Palestina al estatus de Estado observador en Naciones Unidas, que previsiblemente se votará el próximo día 29. EFE