CÁDIZ. El presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, a 13 días de dejar el mando del Poder Ejecutivo, llamó a los líderes de los países iberoamericanos a no declinar los esfuerzos, ni bajar los brazos o descuidar la guardia ante el crimen organizado.
“Necesitamos seguir en el esfuerzo de combatir el crimen organizado trasnacional, a través de diversas estrategias”, expresó el mandatario mexicano, quien dejó en claro que se debe enfrentar a la delincuencia organizada “con toda la fuerza institucional del Estado”.
Al participar en la primera sesión plenaria de la XXII Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno, Calderón Hinojosa se refirió también a la legalización de la distribución, la producción y el consumo de marihuana en diversas entidades de los Estados Unidos para uso recreativo.
“Este es un cambio paradigmático respecto de lo que en materia de drogas ha existido hasta ahora a nivel mundial”, expresó.
Sostuvo que ello quiere decir “que en términos de los tratados y convenciones internacionales y de nuestros propios ordenamientos internos, los países, todos, hacemos un gran esfuerzo por enfrentar la criminalidad, por combatir la plantación, la comercialización y el tráfico de drogas, incluyendo marihuana, en nuestros pueblos, y cocaína donde se produce”.
Hizo notar que en estos países, mientras un campesino que siembra media hectárea es perseguido y encarcelado, en Estados Unidos “ahora, simple y sencillamente se producirá la marihuana a niveles industriales, se comercializará con absoluta libertad en esos estados, y se consumirá, además, a discreción”.
En lo que fue su última participación en la Cumbre Iberoamericana como presidente de México, Calderón Hinojosa indicó que “aquí hay un desbalance enorme que no podemos eludir”.
“Nos preocupa especialmente la violencia asociada a esas drogas. Nos preocupa el secuestro y la extorsión. Nos preocupa la trata de migrantes, de jovencitas centroamericanas que a los 13, a los 14, o mexicanas a los 15, son reclutadas por cárteles que tienen un poder económico capaz de destruir gobiernos locales completos o incluso dominar en algunas naciones muy pequeñas”.
El presidente mexicano hizo ver que a México, por lo menos, se estima que llegan 20 mil millones de dólares por año, fruto de los consumidores americanos y “frente a esa montaña de dinero, nosotros hacemos frente con un gran esfuerzo del pueblo de México”.
Apuntó que ante un cambio regulatorio dentro de los propios Estados Unidos, que es paradigmático y sin precedentes, es fundamental reflexionar exactamente en torno a como podemos “no declinar” en la lucha, sino fortalecerla.
“Es decir, no bajar la guardia ni dar un paso atrás en el combate al crimen. No bajar la guardia ni dar un paso atrás en la reconstrucción de instituciones de seguridad y justicia y, sobre todo, en la reconstrucción del tejido social”, añadió.
Manifestó que el siguiente paso consiste en cortar el flujo de dinero de los consumidores a los grupos criminales, toda vez que “si se le corta el suministro, precisamente, a este adversario peligroso, habremos ganado una batalla”.
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