Lo que pretendía ser una cadena humana para protestar contra el maltrato de animales, y en particular contra la fiesta de los toros, se convirtió en jaloneos entre policías y manifestantes, con saldo de al menos cuatro detenidos.
Frente a las taquillas que se encuentran al costado de la Puerta Uno de la Plaza México, el grupo de manifestantes bloqueó las ventanillas, hasta que la policía los retiró para permitir la venta de boletos.
Esa medida provocó el enojo de los manifestantes, entre los cuales había personas encapuchadas que forcejearon con los policías, quienes detuvieron a cuatro de ellas para recuperar las taquillas.
Previamente, un aficionado que intentó comprar un boleto respondió a los insultos de los manifestantes, por lo que ante el enojo de estos fue necesario que policías de la Secretaría de la Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) lo escoltaran hasta el Eje 6 donde lo subieron a una patrulla para evitar que lo agredieran.
Alrededor de las 13:00 horas varios policías se acercaron a las taquillas cinco, seis, siete, ocho y nueve del referido inmueble para dialogar con los manifestantes que las bloqueaban tratando de evitar la venta de boletos.
Sin embargo, lejos de acceder a lo que pedían los policías los manifestantes comenzaron a jalonearlos, insultarlos e incluso lanzarles golpes, por lo que un grupo de granaderos se acercó a apoyar a sus compañeros y detuvieron a una persona.
En total se detuvo al menos a seis personas y los granaderos establecieron un cerco en torno a la puerta uno y las taquillas de la plaza para permitir la venta de boletos y el acceso a los aficionados.
En entrevista Víctor Irales, representante de la organización Sin Fronteras por los Derechos de los Animales, había señalado que se tenía planeada una manifestación no violenta para conseguir la abolición de la fiesta brava.
Aseguró que las organizaciones que participan en este movimiento no son violentas y buscan únicamente impedir que sigan los festejos taurinos.
El activista mencionó que ya interpusieron un amparo indirecto en contra del gobernador de Hidalgo, Francisco Olvera Cruz, por haber decretado a la fiesta taurina como patrimonio cultural de su estado.
La manifestación continúo hasta después de las 14:30 horas