WASHINGTON. El ex director de la CIA David Petraeus habló ante los comités de inteligencia de la Cámara de Representantes y el Senado sobre el ataque del 11 de septiembre en el consulado estadounidense en Bengasi, Libia, donde murió el embajador y otros tres estadounidenses.
Petraeus no habló de su relación con Paula Broadwell, excepto para decir que su salida no estuvo relacionada con el ataque en Libia. El escándalo que acabó con su carrera ha dañado a otros y ha provocado una investigación interna en la agencia de inteligencia.
Legisladores comentaron que el asunto del amorío surgió brevemente al inicio del testimonio de 90 minutos de Petraeus ante el comité de la Cámara de Representantes.
A diferencia de previas asistencias al Capitolio, cuando Petraeus entraba caminando por la puerta principal y saludaba a los reporteros, esta vez se escabulló al salón privado para dar su testimonio en una actitud más propia de una operación encubierta, ya que llegó a través de una red de pasadizos subterráneos. La policía cerró todos los corredores en el Capitolio.
Los republicanos y algunos demócratas han exigido una explicación de por qué el gobierno de Barack Obama describió inicialmente el ataque en Bengasi como una protesta que fue a más y culminó en el asesinato del embajador Christopher Stevens y de otros tres empleados estadounidenses.
Cinco días después del ataque, la Casa Blanca despachó a la embajadora en las Naciones Unidas Susan Rice a que declarara en televisión que el ataque fue debido a la indignación musulmana por un vídeo. Los reportes de inteligencia desmintieron luego esa versión.(AP)
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