El presidente Felipe Calderón aprovechó el aniversario 102 del inicio de la Revolución Mexicana para elogiar a las Fuerzas Armadas y justificar su decisión de enviarlas a combatir el crimen organizado desde el inicio de su sexenio.

 

El primer mandatario dijo que la Revolución fue un movimiento que perseguía libertades individuales, como la demanda de sufragio libre, y al hacerlo sentó las bases del Estado moderno. Esas garantías, sostuvo, estaban amenazadas cuando llegó al cargo y por eso decidió enfrentar a esos grupos.

 

“Ante una violencia criminal en peligrosa expansión, que desafiaba al Estado mismo y que, de plano, llegó a suplantar a alguna de sus autoridades en cierta parte del país, sólo había una opción: defender con toda la fuerza del Estado a los ciudadanos de grupos delictivos, que no dudaron en lastimar, en secuestrar, en robar o extorsionar a mexicanas y mexicanos de bien”.

 

En la residencia oficial de Los Pinos, y a los pies del monumento a Francisco I. Madero, el mandatario recordó que las razones de todo país democrático es la de hacer vigente el Estado de Derecho.

 

Indicó que su obligación como Presidente fue velar porque todos los mexicanos estuvieran en un país en paz. Comentó que “en esos momentos difíciles fueron los soldados, los marinos, los policías y los ministerios públicos, quienes dieron un paso al frente y defendieron nuestras comunidades con valentía y con honor”.

 

Señaló que su administración acudió en auxilio de comunidades que vivían presas de la violencia asesina e impidió que la criminalidad terminara por devorar a las debilitadas instituciones.

 

Acompañado de los representantes de los tres poderes de la Unión, señaló que ante la violencia criminal sólo había la opción de defender a los ciudadanos con toda la fuerza del Estado. El jefe del Ejecutivo dijo que será juzgado por los ciudadanos del mañana y será recordado por la historia.

 

“La historia habrá de juzgar y recordar a quienes lucharon por un México libre, libre del yugo del crimen y de la delincuencia, a esos soldados, marinos, policías y ministerios públicos como lo que son, mexicanos valientes y en algunos de ellos, en algunos casos, héroes en el momento de mayor desafío”.

 

Cerca del mediodía, Calderón encabezó el desfile cívico-militar que partió del Zócalo capitalino hasta el monumento a la Revolución.

 

Por la noche, junto con el secretario de la Defensa, Guillermo Galván; de la Marina, Mariano Saynez, y el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Genaro García Luna, inauguró en el Campo Militar Marte la Plaza al Servicio de la patria, donde se rinde honor a los soldados, marinos y policías que han perdido la vida en el marco de la lucha que se libró en todo el sexenio en contra del crimen organizado.