Mujer Ilustre, una de las principales artistas en la historia del país, inscrita tanto en la corriente pictórica surrealista como en la del nacionalismo de la primera mitad del siglo XX, María Izquierdo ingresará este jueves a la Rotonda de las Personas Ilustres, en la Ciudad de México.

 

La Rotonda de las Personas Ilustres está ubicada en el panteón de Dolores.  En este lugar se encuentran sepultados los restos de más de 113 personajes ilustres de nuestra histora. Fue construida por mandato del presidente Sebastián Lerdo de Tejada en 1872 y a consecuencia del cierre definitivo de San Fernando como cementerio.

 

 

La Tierra, 1945
Oleo / tela
89.3 x 68.3 cm

Biografía

La artista nació en San Juan de los Lagos, Jalisco, y aunque no hay una fecha exacta, la mayoría de sus biógrafos la fijan en 1902 y otros en 1906. Su infancia la vivió en su tierra natal, donde quedó marcada por los colores y costumbres que la caracterizarían y plasmaría en su obra.

 

Su padre murió cuando ella apenas tenía cinco años y quedó al cuidado de sus abuelos hasta que su madre se volvió a casar. Entonces se trasladó a Coahuila donde recibió sus primeras clases de arte, en el Ateneo Fuente de Saltillo.

 

María Izquierdo se casó en 1917 con un militar, con quien procreó dos hijos y de quien se separó pronto. En 1923 se trasladó a la Ciudad de México, época en la que no era bien vista una mujer soltera.

 

Ingresó a la Academia de San Carlos en 1928, donde fue alumna de dos grandes del arte plástico en el país: Germán Gedovius y Manuel Toussaint. Con el primero tomó Colorido y Composición y años después le enseñaría pintura de figura.

 

El estricto academicismo de San Carlos la ahogó y renunció a la escuela apenas un año después de haber ingresado. Entonces conoció al pintor Rufino Tamayo, que se convirtió en su gran amigo y mentor. Acudió a su estudio y compartieron muchas enseñanzas, por lo que su obra quedó marcada por el maestro oaxaqueño.

 

Viernes de Dolores, 1944-45
Oleo / tela
76 x 60.5 cm

Poco después conoció al gran muralista Diego Rivera, quien impulsó su carrera y la incentivó para que exhibiera su obra a la Galería de Arte Moderno, en la Ciudad de México, en 1929. Un año después la llevó a Nueva York para que montara una muestra de paisajes, retratos y estudios en el Art Center. Fue la primera pintora mexicana en exponer en Estados Unidos.

 

Para 1931 empezó a dar clases en la Escuela de Artes Plásticas de la Secretaría de Educación, al mismo tiempo que continuó con su labor pictórica y la exhibición de su trabajo, tanto en la República Mexicana como en otros países de América, incluso fuera del continente, por ejemplo Tokio, París y Bombay.

 

El poeta, actor y director francés Antonin Artaud llegó a México en 1936 y quedó impresionado con la obra de Izquierdo, en quien reconoció una pintura “sincera, espontánea, primitiva e inquietante”. Ambos establecieron una amistad muy cercana que le abrió las puertas a exhibir en la capital francesa y a adoptar el surrealismo.

 

En 1948 una hemiplejía le paralizó el brazo derecho, pese a lo cual mantuvo su pasión por las artes plásticas y continuó pintando. Entonces, María Izquierdo estaba unida sentimentalmente al pintor sudamericano Raúl Uribe, quien la ayudó a vender sus cuadros, sobre todo entre embajadores.

 

Un par de años después otra embolia paralizó su cuerpo por mucho tiempo. Separada de Uribe, la pintora murió el 3 de diciembre de 1955 en la Ciudad de México. (Notimex)

 

Autorretrato, 1946