La fiscalía de Stuttgart, Alemania, confirmó la exportación ilegal de armas a México y solicitó la cooperación del gobierno mexicano para saber cómo llegó el armamento al país.

 

Se trata de varios fusiles de asalto G-36, producidos por la firma alemana Heckler & Koch y hallados en los estados de Chiapas, Chihuahua, Jalisco y Guerrero.

 

En este último estado, según el diario Die Tageszeitung, policías estatales utilizaron estos fusiles en un enfrentamiento en 2010.

 

En Alemania, la exportación de armas a otros países no es ilegal, pero sí a aquellos entidades o zonas bajo situaciones de riesgo o en conflicto, según una ley la ley de Comercio Exterior y la Ley de Control de Armas de Guerra.

 

Claudia Krauth, fiscal de Stuttgart, ha dicho que la investigación tomará ambos caminos, a Heckler & Koch por su presunto pago de sobornos a partidos políticos alemanes a cambio de permisos de exportación, y a los presuntos responsables del lado mexicano, por ello ha solicitado la cooperación a la Secretaría de la Defensa Nacional, encargada del registro de armas de fuego.

 

La investigación inició en 2010 luego de detectar las armas en Guerrero y según el diario, una carta de la Sedena confirmó que al menos, la mitad de los 9,652 fusiles G-36 exportados a México, el 50% fueron entregados a los cuatro estados considerados por el gobierno de Alemania de alto riesgo.

 

El fabricante alemán, con sede en Oberndorf, admitió que donó cerca de 93,000 euros a partidos en los últimos diez años, pero aseguró que los pagos no pretendían influir en decisiones políticas ni comerciales para facilitar la venta de armas. El periódico Die Tageszeitung dedicó hoy su portada a esta investigación, luego de confirmarlo ayer en otro artículo.