(Fotos: Ana Saldaña)

 

El jueves 22 de noviembre se celebró el Día de Acción de Gracias en los Estados Unidos. En lo personal, este festejo inmediatamente me hace pensar en grandes banquetes. Mi mente se inunda con recuerdos de los aromas del pavo, de los purés de papa, del camote y del delicioso pay de calabaza de mi mamá. También de la gente con quien a través de los años he compartido mi mesa: mi familia y mis amigos. Pero más allá de mis memorias personales, lo más importante para mí es la oportunidad de reflexionar y agradecer la abundancia recibida durante el año.

 

Me encanta la idea de asignar un día al año para dar las gracias más allá de tu religión, creencias personales u orígenes. Es una celebración que surge de la historia de una Nación. Sólo en los Estados Unidos, se estima que 90% de sus habitantes celebran el Día de Acción de Gracias.

 

Esta festividad nos conecta una vez más con la tierra, con la fuente de nuestros alimentos, con los ciclos agrícolas, la estacionalidad de los productos.

 

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