México será la sede de la Cumbre Mundial de Indignados, Disidentes e Insurgentes en diciembre, en donde se analizarán las protestas registradas en los países de la Primavera Arabe, Grecia, España, Estados Unidos y Chile entre 2010 y 2012.

 

El organizador del evento, el poeta e historiador mexicano Enrique Márquez, señaló la importancia de que este evento se realice en el país, que ha sido históricamente tierra de asilo y de preparación de los movimientos revolucionarios más importantes que han ocurrido en América Latina.

 

Entrevistado en una gira de trabajo por esta ciudad, confirmó que habrá una fuerte presencia de jóvenes del Norte de Africa, que participaron activamente en los movimientos de protesta de Túnez, Libia, Siria, Egipto, Marruecos, entre otros.

 

Asimismo, habrá representación del movimiento de Indignados, que inició en esta capital el 15 de mayo del año pasado, pero lamentó que no haya presencia activa del #YoSoy132 mexicano y reiteró la convocatoria para que estén presentes.

 

También habrá una exposición dedicada al movimiento Occupy de Wall Street, y lamentablemente acaba de anunciar que no estará el poeta sirio Ali Ahmad Said Esber (Adonis), el escritor más renombrado del mundo árabe, “pero entendemos que el conflicto de Siria lo limita”.

 

Márquez dio a conocer que la confirmación de llevar a cabo la Cumbre Mundial de Indignados, Disidentes e Insurgentes en diciembre próximo en México se dio hace unas semanas en Nueva York, en el marco de una reunión de la Internacional Socialista.

 

Expuso que el todavía jefe de gobierno de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard, en su calidad de vicepresidente de la Internacional Socialista propuso la realización de la cumbre, lo cual se aprobó.

 

Esta cumbre, de hecho, será el primer acto político de Ebrard una vez que entregue el cargo de jefe de gobierno capitalino a su sucesor Miguel Ángel Mancera.

 

El ex coordinador general de los festejos del Bicentenario por parte de la Ciudad de México subrayó que siempre nos pareció que era importante crear una masa crítica en México en torno de estas nuevas formas de movimientos sociales, radicales.

 

Apuntó que es importante analizar toda esta nueva rebelión social, internacional, que pasa por la nueva tecnología, pasa por las redes, “y que es la primera insurrección que utiliza la tecnología como herramienta de convocatoria y de movilización”.