Comenzar el día sin el smartphone o teléfono móvil provoca crisis a 37.9 por ciento de mexicanos, quienes estiman que el olvido altera más sus actividades que si dejaran la cartera o las llaves, aunque desconfían del dispositivo si se trata de realizar transacciones financieras.

 

Entre los usuarios de teléfonos inteligentes, más de la mitad se mantiene conectada a Internet, tres de cada cuatro han bajado aplicaciones, y de estos últimos igual cifra opta por las descargas gratuitas, revela una encuesta de Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE).

 

Los beneficios que ofrecen las aplicaciones del teléfono inteligente son ratificados por 27.3 por ciento de los usuarios consultados, que lo utilizan para acceder a las redes sociales; 20.9 para hablar y enviar mensajes; a 15.4 le interesa obtener información y/o noticias; y a 11.3 por ciento ubicar direcciones y revisar el tránsito vial en algún punto de la ciudad.

 

De un universo de 800 encuestados, 4.5 por ciento manifestó gusto por las aplicaciones de juegos, 3.8 por las deportivas, 2.9 las laborales, 2.1 valora como más atractivas las relacionadas con televisión o películas, 2.0 con las que ofrecen el pronóstico del clima, 1.3 por las de alimentación y 0.3 por ciento las especializadas en moda.

 

De ahí que el Smartphone sea imprescindible para 37. 9 por ciento de los ciudadanos y el malestar que les genera dejarlo en casa, porcentaje similar (36.6) al que dice que es grave no llevar la cartera y mayor a la cifra (22.2) de aquellos a quienes les agobia la falta de llaves, detalla la encuesta levantada por GCE / Kaleydoscopio.

 

La importancia de tener a mano el celular es indiscutible para millones de mexicanos, pero a 60 por ciento de los encuestados no le convence utilizarlo para una operación financiera y opta por acudir al banco, contra 35 por ciento asegura que sí haría un trámite o transacción bancaria desde el celular.

 

Como razones para no hacer movimientos de dinero desde el móvil mencionan falta de confianza (44%), desconocimiento de operación (9.2%), falta de interés (6.3%) y carencia de servicio (3.6%). Del total, 32.7 por ciento dijo que otra, sin especificar cuál.

 

El uso de los teléfonos inteligentes genera dependencia por mantenerse conectado a Internet, y para ello 57 por ciento recurre a WiFi o redes fijas; 24.5 echa mano de los paquetes de datos o Internet móvil, aunque 9.6 de los usuarios encuestados carece de conexión y 8.6 por ciento omitió respuesta.

 

Con la conexión establecida, 73.1 por ciento de los entrevistados confiesa que sí ha bajado alguna aplicación para su móvil, casi el triple (26.4) de quienes no lo han hecho.

 

Y de quienes han hecho descargas 73.3 por ciento revela que no ha pagado por las aplicaciones que emplea y apenas la cuarta parte de la gente “adicta” recurre a los sitios de paga.

 

Cuando se preguntó la disposición para pagar por una aplicación con múltiples beneficios, o buscar una versión con menos, 51.3 por ciento de los consultados dijo que preferiría la versión gratuita y limitada, pero 34.8 estaría dispuesto a pagar por la mejor, contra 13.9 por ciento que no contestó.

 

La impresión que causa una persona con un smartphone en la calle genera diversas opiniones, pues 71.3 por ciento piensan que tiene “un teléfono inteligente”, 14. 9 comentan que lo ven como un “artículo para el trabajo”, seis como un gran problema, 2.1 como “una enfermedad” y 0.4 por ciento como “un juguete para niños”.

 

Por compañía para manejar su telefonía celular, 75.3 por ciento elige Telcel, siete seleccionan Movistar o Iusacell, 4.4 van con Unefón, 1.8 con Axtel y 3.4 por ciento otro sin especificar.