Decenas de miles salieron a las calles de Río de Janeiro para protestar contra el proyecto de gobierno que plantea redistribuir las ganancias petroleras, incluyendo a los estados del país que no producen petróleo.
Autoridades de la capital brasileña advierten que la disminución de los ingresos podría afectar la capacidad económica para alojar la Copa Mundial de Futbol en 2014 y los Juegos Olímpicos en 2016.
Lo único que falta para que la medida sea oficial es la firma de la presidenta Dilme Rousseff, ya que el congreso de Brasil la ha aprobado. (Con in formación de BBC)