EL CAIRO, Egipto. Las mismas consignas utilizadas contra Hosni Mubarak se volvieron este martes contra su sucesor, Mohammed Morsi, cuando más de 200 mil personas llenaron la Plaza Tahrir, lo que representa el mayor desafío hasta ahora para el presidente islámico.

 

Con banderas y mantas protestaron en contra de la adjudicación de poderes casi absolutos por parte de Morsi, esta acción se compara con algunas de las manifestaciones que ayudaron a derrocar a Mubarak el año pasado.

 

“¡El pueblo quiere derrocar al régimen!” y “erhal, erhal” (vete, vete), fueron algunos de los cánticos dirigidos al primer presidente egipcio elegido libremente.

 

Los manifestantes fueron encendidos por edictos emitidos la semana pasada por Morsi que neutralizaron en la práctica al poder judicial, última rama de gobierno que no controla.

 

Sin embargo, las protestas se convirtieron en un flujo más amplio de enojó contra Morsi y su Hermandad Musulmana, pues ocnsideran que han utilizado las victorias electorales para monopolizar el poder, sacar a la fuerza a adversarios y dictar una nueva Constitución islámica, haciendo poco para resolver los crecientes infortunios económicos y de seguridad de Egipto.

 

En varias ciudades del país estallaron enfrentamientos. Opositores de Morsi atacaron oficinas de la Hermandad e incendiaron al menos una. Manifestantes y miembros de la Hermandad se enfrentaron con piedras y bombas incendiarias en la ciudad del delta del Nilo de Mahalla el-Kobra, en un incidente que dejó al menos 100 personas heridas.

 

“El poder ha expuesto a la Hermandad. Descubrimos su rostro verdadero”, dijo Laila Salah, una ama de casa asistente a la protesta en la Plaza Tahrir, quien dijo que votó por Morsi en la elección presidencial del verano pasado. Después de Mubarak, agregó, los egipcios no aceptarían más ser gobernados por un autócrata.

 

Gehad el-Haddad, un asesor de alto rango de la Hermandad y de su partido político, dijo que Morsi no daría marcha atrás en sus edictos. “No vamos a anular la declaración”, dijo a la Associated Press.

 

Los organizadores de la protesta hicieron un llamado a realizar otra el viernes. Si la Hermandad responde con sus propias manifestaciones, como lo han insinuado algunos de sus líderes, aumentaría la probabilidad de más violencia después de una serie de enfrentamientos entre ambas partes en días recientes.

 

Un tuit de la Hermandad advirtió que si la oposición fue capaz de atraer un apoyo de entre 200.000 y 300.000 personas, ellos deberían prepararse para un apoyo de millones para Morsi.

 

Otro momento crítico podría ocurrir el domingo, cuando se espera que la Corte Constitucional determine si se disuelve la asamblea que está redactando la Constitución, la cual está dominada por la Hermandad y sus aliados islámicos. Los decretos de Morsi prohíben a las cortes disolver el panel; si la corte desafía al presidente y emite su fallo en ese sentido de todas maneras, sería un desafío directo que podría pasar a las calles.