A unos días de entregar su silla a Emilio Lozoya Austin, el director de Pemex, Juan José Suárez Coppel, afirmó que la paraestatal debería funcionar como una empresa privada pero como propiedad total del Estado como es la árabe Saudi Aramco.

 

Entrevistado tras la presentación del libro Áreas naturales protegidas. Eje del desarrollo sustentable en regiones petroleras, expresó que la petrolera mexicana tiene muchas oportunidades de crecer de manera rentable, pero requiere que sea manejada como una empresa.

 

Pemex “al nivel mundial somos una de las peores manejadas por cómo nos maneja nuestro dueño. No funcionan tampoco la de Irán, PDVSA (Venezuela), y hasta la de Cuba y Haití. Lo más importante no es quién es el dueño sino la relación entre el dueño y la empresa. Si el dueño llega y hace y deshace y no tiene responsabilidad de los resultados, entonces las empresas no funcionan”, dijo el director.

 

Cuestionado por 24 HORAS sobre los modelos estudiados por Pemex, Suárez Coppel afirmó que un modelo interesante que no se debe olvidar es el de los Emiratos Árabes Unidos que opera Saudi Aramco, una petrolera 100% del gobierno, pero que se maneja como una empresa privada. “El consejo está formado de gente que conoce la industria, que está ahí para que sucedan las cosas, no para que no sucedan. La gente que trabaja ahí son profesionales, no son funcionarios públicos, que pueden hacer toda una carrera.

 

“Saudi Aramco ha tenido tres directores desde que es Saudi Aramco, porque antes era un consorcio americano. El último director lleva desde 2007, pero los anteriores duraron más de 10 años. Los dos empezaron la carrera como ayudantes de oficina e hicieron toda su carrera ahí y los pusieron porque eran los mejores”, explicó.

 

Suárez Coppel afirmó que “esa capacidad de tener una meritocracia, de desarrollar una fuerza de trabajo, de invertir en la gente, de invertir en tecnología, lo podemos tener aunque fuéramos 100% del Estado”.

 

24 HORAS informó a principios de este mes que Pemex coopera científica y técnicamente con Saudi Aramco, además de recibir entrenamiento para la operación de plantas. Lo anterior es parte de un memorándum que firmaron ambas empresas el 7 de noviembre de 2008 y que tiene una vigencia de cinco años.