Organizaciones que abogan por los derechos de los inmigrantes interpusieron el jueves una demanda para tratar de revertir una orden de la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, que le niega licencias de conducir a los jóvenes inmigrantes que hayan obtenido permisos de trabajo y evitado su deportación gracias a una nueva política del gobierno del presidente Barack Obama.

 

La demanda alega que la orden de Arizona de hecho clasifica a los llamados “dreamers” como inmigrantes sin permiso de residir en Estados Unidos. Las organizaciones le pidieron a un juez federal que declare inconstitucional esa orden porque la ley federal tiene primacía y porque niega las licencias sin una justificación válida.

 

“La creación de Arizona de su propia clasificación migratoria se entromete de forma inadmisible en la autoridad exclusiva del gobierno federal para regular la inmigración”, afirmó la demanda.

 

En junio, el gobierno de Obama ordenó medidas administrativas para evitar que hasta 800 mil inmigrantes irregulares sean deportados. También se les permitió solicitar permiso de trabajo de dos años, renovable.

 

Los beneficiarios debieron haber sido traídos a Estados Unidos antes de haber cumplido los 16 años, ser menores de 30 años, haber estado en el país durante cinco años consecutivos por lo menos, haber terminado sus estudios en una escuela secundaria o haber certificado tales estudios con un programa GED o haber servido en las fuerzas armadas.