MADRID. Las autoridades españolas de cultura presentaron el viernes por primera vez parte de las 14.5 toneladas métricas (16 toneladas) de un tesoro hundido estimado en 500 millones de dólares, y reclamado por Perú y trasladado a España en febrero tras su rescate por Odissey, una empresa estadounidense que lo rescató.

 

La prensa sólo presenció una pequeña parte del tesoro transportado por el galeón “Nuestra Señora de las Mercedes”, que se hundió en el océano Atlántico cerca del estrecho de Gibraltar en 1804 y rescatado hace poco más de cinco años.

 

Se trata de 12 monedas de plata, un bloque de monedas de plata fundidas tras siglos de permanecer en el mar, dos tabaqueras de oro y una polea de bronce de la época borbónica (Carlos III y Carlos IV), emitidas entre finales del siglo XVIII y principios del XIX, con el año 1804, fecha del hundimiento, como fecha más reciente.

 

El tesoro viajó en avión de Florida, Estados Unidos, a Madrid, y posteriormente será transferido al Museo Nacional de Arqueología Submarina en la ciudad mediterránea de Cartagena y se prevé que rotará temporalmente en los museos de todo el país.

 

Aunque cálculos anteriores dijeron que el tesoro vale unos 500 millones de dólares, las autoridades españolas aclararon que no intentan determinar la cifra porque forma parte de la herencia cultural del país y conforme a la legislación española nunca podrá ser vendido.

 

El inventario contiene 309,396 monedas de plata y unas 265,157 monedas en bloque con un peso de hasta 90 kilos (200 libras), un total de 574,553 monedas. El tesoro incluye además 212 monedas de oro.

 

Los metales nobles fueron extraídos y acuñados en las Reales Casas de Moneda de Lima, Potosí, Popayán y Santiago de Chile, pero las más abundantes son las de Carlos IV, acuñadas en 1803 en Lima, capital de Perú y país desde don zarpó el galeón, razón por la que el gobierno peruano intentó bloquear la transferencia del tesoro y su vuelta al país europeo.

 

Perú no se independizó hasta 1824, pero sus abogados sostuvieron que era algo más de una simple colonia, por ser la sede del virreinato cuando se hundió el galeón.

 

Elisa de Cabo, subdirectora general de Protección de Patrimonio Histórico de España, señaló que se mantienen contactos con países como México, pionero en la protección del patrimonio subacuático.