Político de gran habilidad que aprovecha al máximo las oportunidades, reservado, de buen trato, rencoroso, conocedor de los puntos débiles del oponente y del momento del ataque, el enemigo que nadie querría, el amigo y hermano solidario.
Miguel Osorio Chong sí cabe en la frase trillada de la generación del esfuerzo. A diferencia de los políticos de su generación él sí hizo trabajo de base en el PRI y su capacidad de ver a largo plazo le fue abriendo oportunidades.
Osorio Chong desde el principio de su gobierno en Hidalgo se convirtió en el más cercano a Peña Nieto y fue parte de este grupo compacto de mandatarios estatales en el que también participaron Ivonne Ortega, de Yucatán; Eugenio Hernández, de Tamaulipas; y Humberto Moreira, de Coahuila.
No es el hombre que siempre está al lado del futuro presidente, pero sí es el amigo quien, junto con su esposa Laura, ha logrado una excelente relación con la futura pareja presidencial.
Él no pertenece a las escuelas privadas de moda, en donde se preparan los futuros políticos, ni siquiera a la UNAM, en donde los políticos de antes estudiaban la licenciatura en Derecho como una forma de mostrar nacionalismo. No tiene maestrías ni doctorados e incluso hubo información que puso en duda su título de abogado de la Universidad Autónoma de Hidalgo.
No es hombre de confrontaciones, sino de demostraciones efectistas, la mejor forma para acabar con los rumores de que no se había titulado fue que sus compañeros de carrera le organizaran una gran fiesta.
Es uno de los hombres más fuertes de Peña Nieto, no busca el escaparate, ni siquiera le gusta hablar en público, pero es el encargado de muchas negociaciones políticas.
Es un político de sombra que estuvo en el palomeo de la listas de diputados y senadores y todo se dio sin mayores roces, reunió a los gobernadores perredistas con Peña y ellos mismos anunciaron que lo apoyarían en la toma de posesión, pero participa poco en entrevistas con la prensa
Miras a largo plazo
Una de las características más importantes de Osorio Chong ha sido su capacidad de tomar decisiones con apuestas muy fuertes a futuro. En la LIX Legislatura, en el gran encontronazo entre Roberto Madrazo y Elba Esther Gordillo, él optó por la maestra.
Osorio Chong fue parte de la burbuja en la Cámara de Diputados de la maestra en un periodo que duró apenas cuatro meses y terminó con la defenestración de Gordillo en la bancada y posteriormente su salida del PRI, pero el hidalguense ha mantenido su alianza y mientras actualmente Gordillo sigue fuerte, Madrazo Pintado es un recuerdo.
En el último informe de Osorio Chong como gobernador de Hidalgo, el lugar de honor le correspondió a la maestra Elba Esther, su silla estaba en la primera fila en la tribuna, ya habían sido años de lealtad y cercanía porque Hidalgo se convirtió en uno de los estados en donde Roberto Madrazo pasó a tercer lugar en la contienda presidencial, aunque el PRI en el estado hubiera triunfado en todas las demás elecciones.
Pero a diferencia de otros gobernadores, como uno de sus amigos, Eugenio Hernández, Osorio no pagó el costo público de ser visto como uno de quienes escucharon a la maestra y se voltearon contra Madrazo.
Y para demostrar la ruptura con el ex candidato presidencial priista, un poco de números: Osorio ganó en 2005 con más de 160 mil votos a su contrincante el perredista y ex priista José Guadarrama. En el 2006 Madrazo obtuvo en Hidalgo 130 mil votos menos que Osorio y quedó en tercer lugar, además se perdieron dos escaños federales y sólo se ganó la senaduría de primera mayoría, pero en 2009 se recuperaron todas las diputaciones federales.
La otra persona que atrajo las porras y los reflectores en su sexto informe, y además estuvo en todos los demás, fue Enrique Peña Nieto, otra apuesta desde el inicio de su sexenio.
Voy a apagar la luz
A nivel local, Miguel Ángel Osorio saltó al estrellato con Manuel Ángel Núñez Soto, y con él revivió la historia de “muerto el rey, viva el rey”, ya que en cuanto se hizo gobernador opacó a su antecesor hasta desaparecerlo de la política hidalguense, ya sólo se le recuerda como un gobernador ineficiente y no ha logrado ningún cargo de representación proporcional, a pesar de que lo ha intentado.
Osorio Chong prefirió que Jesús Murillo Karam quien ya tenía cercanía con Peña debido a que había sido delegado estatal del PRI en el Estado de México durante su campaña como gobernador, fuera electo como senador y no le cedió paso a Manuel Ángel.
Pero años antes de este terrible desenlace, Osorio fue el hombre que gobernó por Núñez Soto, quien estaba más interesado en ser candidato presidencial.
Primero en 1998 fue coordinador de la campaña a gobernador de Núñez, después subsecretario y secretario de Gobierno, y en el 2003 tuvo el apoyo para lograr el cargo que se requiere para ser gobernador, de acuerdo con los estatutos priistas, el de diputado federal. Al ganar el VI distrito para la LIX Legislatura se enfiló a la gubernatura, que logró con 51.8% de los votos.
Osorio Chong gobernó con aplomó el estado, hizo obra pública, ejerció mano dura, sin dañar su imagen aunque cerró la Normal del Mexe, que había sido granero y bastión de los movimientos sociales de la izquierda en el país, pero tuvo una gran crítica que le impactó en notas periodísticas hasta en la campaña presidencial de Peña Nieto, el fuerte poder de sus hermanos, sobre todo de Eduardo.
Lalo es el hermano mayor, quien a la muerte de su padre se encargó de la familia. Miguel le tiene respeto y admiración, aseguran los cercanos, quienes también reconocen que todavía tiene un gran poder en Hidalgo, es propietario del despacho de abogados Osorio y Asociados. Además están Luis, a quien señalan como el más simpático; Édgar, el destrampado; y María Luisa.
Miguel Ángel es calificado por quienes lo conocen como un hombre reservado, de pocas amistades, que no es precisamente adepto de la vida bohemia ya que no le gustan el baile ni el canto. No obstante tiene su tema que ha convertido en éxito en las reuniones “Voy a apagar la luz”, de Armando Manzanero.