“Susy” probablemente soñaba con conseguir “la Corona”, esa de piedras preciosas que adorna a la ganadoras de Miss Universo. A sus 22 años, su carrera como modelo iba en ascenso, pero el amor hacia un sujeto inmiscuido con el narcotráfico y el momento menos indicado terminaron con todo: sus aspiraciones, su sonrisa, el título Miss México… con su vida.

 

María Susana Flores Gámez, la Mujer Sinaloa 2012, certamen que ganó en febrero de este año, mismo que le daba derecho a participar en el Miss México, murió como un sicario, pero uno de esos que no valen nada, que nadie protege, que si fallece ningún cártel se verá afectado. Calló como carne cañón, y con ella, se dijo, su novio; él sí, un criminal.

 

El procurador de Sinaloa, Marco Antonio Higuera Gómez, aseguró que la ex modelo “murió por un shock hipovolémico (pérdida de sangre), causado por las heridas de proyectiles de arma de fuego” durante una persecución y enfrentamiento con el Ejército que inició en el poblado de El Progreso y terminó en Caitime, en Mocorito.

 

(Foto: AP)

 

Sin embargo, el caso de “Susy”, como le decían sus más cercanos, se tornó confuso, ya que confirmó el procurador Higuera, ella andaba dentro del grupo de delincuentes (…) No es que fuera pasando por el lugar: es que iba en uno de los vehículos de los delincuentes. Tampoco fue fuego cruzado”, dijo el fiscal, quien no descartó que la modelo hubiera disparado durante el tiroteo, pues a menos de un metro de su cuerpo sin vida fue hallado un fusil AK-47.

 

A este grupo armado se le vincula con Iván Gastélum, “el Cholo Iván” o “el Cholo Vago”, jefe de sicarios del cártel de Sinaloa en la región del Évora. Gastélum se fugó del penal de Aguaruto en agosto de 2009, durante una fiesta que organizó en uno de los módulos de la cárcel.

 

 

Incluso un funcionario de la Procuraduría General de la República (PGR) declaró, bajo la condición del anonimato, que María Susana fue usada como escudo humano por los criminales con los que viajaba.

 

El reporte militar, según el funcionario federal, relata que los presuntos narcotraficantes se refugiaron detrás de Flores Gámez, quien bajó del vehículo en medio del tiroteo el sábado 24 de noviemnre, cerca de su ciudad natal de Guamuchil. “(El documento) señala que a la muchacha la tomaron como una especie de escudo humano”, dijo.

 

Su innegable belleza y sus 170 centímetros de altura de nada le sirvieron durante la refriega. Ni siquiera el ser estudiante de comunicación, ni su alegría, característica que le atribuyen los que la conocieron, absolutamente nada de esto le hubiese servido para salvar la vida, su corta vida.

 

Esta reina de la belleza fue sepultada con sus mejores galas y su cetro, justo como el día en que obtuvo el triunfo y le colocaron su corana por encima de su cabello, luciendo una gran sonrisa en contraste con su piel morena. Reportes de medios locales señalaron que al sepelio sólo asistieron sus familiares más cercanos, ya que militares no permitieron el acceso a cualquiera. Con llanto, su familia la despidió viendo como se le escurrió la vida a “Susy”.

 

(Foto: Especial)

No es la primera ¿ni será la última?

 

Desafortunadamente María Susana Flores Gámez no es la primera reina de la belleza que perece o se le relaciona con el crimen organizado, pues a éstos les gustan jóvenes, bellas, de cuerpo estético o sobradamente torneado, y a ellas, al parecer, les gusta el regodeo al borde de lo ilegal y lo peligroso.

 

Laura Elena Zúñiga, Miss Sinaloa 2008, fue detenida en Guadalajara en diciembre de ese año cuando viajaba con siete presuntos narcotraficantes en un vehículo, entre ellos su novio. En el auto llevaban amontonadas armas y 18 mildólares en efectivo.

 

La modelos y los detenidos fueron puestos a disposición de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) y posteriormente trasladados a la SIEDO (hoy SEIDO), y estuvieron en arraigo por 40 días.

 

Un año más tarde, fue exculpada por falta de pruebas para relacionar con el crimen organizado, pero con tan sólo 23 años en ese entonces, su historia, nombre y rostro se volcó en diarios, pero no paró ahí, sino que también llegó al cine por el director Gerardo Naranjo con su película “Miss Bala”.

 

(Fotos: Especial)

 

De acuerdo con la agencia AP, el narcotraficante más buscado de México y líder del cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán, se casó con Emma Coronel, una joven reina de belleza local, quien el año pasado dio a luz a gemelas en un hospital al norte de Los Angeles.

 

(Foto: Especial)

 

La venezolana Alicia Machado, que fue Miss Universo, fue relacionada con el narcotraficante Gerardo Álvarez Vázquez, “el Indio”.

 

(Foto: Especial)

 

Y la colombiana Juliana Sossa Toro, Miss Antioquia 2008, fue detenida en una lujosa casa de campo, junto a su novio, José Jorge Balderas Garza, alias “El JJ”. También Silvia Irabién, conocida como “La Chiva”, que participó en el famoso reality show de Televisa, Big Brother, el 27 de enero de 2010 reconoció haber tenido una hija con “El JJ”.

 

 

(Juliana Sossa Toro. Foto: Especial)

(“La Chiva”. Foto: Especial)

 

Féminas que ‘huelen a pólvora’

 

“En Culiacán hay una expresión que se dice cuando una chica es muy guapa, ‘huele a pólvora’, porque seguramente estará relacionada con algún narcotraficante y es mejor no acercarse a ella porque te pueden matar”, dijo el escritor Javier Valdez, autor del libro Miss Narco a la agencia EFE.

 

“Estos nexos entre narcos y bellezas y, en general, entre bellezas y poder económico, político o criminal, son permanentes. Aquí las jóvenes son acechadas por los criminales en las escuelas, en la calle”.

 

En su opinión, los narcotraficantes y las reinas de la belleza se necesitan mutuamente, los primeros porque “las ven como trofeos, como objetos, como muebles a los que hay que presumir” mientras que las féminas “quieren poder, riquezas, privilegios y las mieles de la criminalidad”.

 

 

“Y así como las usan, las desechan, porque no las toman como seres humanos, como personas buenas o malas, sino como objetos que se usan y se tiran y esto significa que las sacrifican para que las detenga el Ejército o las matan”, apuntó.

 

Por su parte Fernando Peña, director del concurso “Nuestra Belleza Sinaloa”, en el que María Susana Flores participó, pero no ganó, se defendió de estas acusaciones y aseguró que, a pesar de los hechos, esta vinculación no es real.

 

“Puede ser que entre todo el país dos o tres tengan que ver algo con ellos, pero cuando rellenan la solicitud se les pide información, ellas la dan y nosotros les creemos”, señaló.

 

 

Pero el caso de Flores Gámez, y los otros, demuestra que esa confianza a veces falla y que los vínculos, más o menos frecuentes, existen entre las mujeres bellas y los miembros de la delincuencia organizada.

 

Muchas de estas mujeres, al igual que los narcotraficantes, siguen un lema común entre los que juegan a la violencia como forma de vida: “Más vale tres años de rey que toda una vida de güey (tonto)”.

 

“Asumen que van a morir pronto, igual que los jóvenes que entran en el sicariato, e igual le entran porque en esos dos o tres años que pueden durar les va a ir muy bien. Es una conducta suicida, es parte de la decadencia que nos está generando esta guerra”, lamentó el escritor.