En un estado como Guerrero, donde resulta frecuente escuchar noticias sobre actos de violencia que dejan muertos y siembran pánico en la sociedad, la propuesta de elevar al Instituto Guerrerense de la Cultura al grado de Secretaría estatal, anunciada hace unas semanas por la titular de la dependencia, Alejandra Frausto, funge como primera línea en la táctica para la transformación social.
“Queremos ser enfáticos en que el impulso al arte y la cultura es una estrategia para cambiar la realidad de un estado como el de Guerrero, víctima de diversos conflictos y problemas de violencia. Hemos trabajado en dar alternativas a jóvenes, niños, creadores y artesanos, para que vean en el arte una alternativa en la forma de vida”, señaló Frausto en entrevista para 24 HORAS.
La funcionaria recalcó que la instauración de esta secretaría, que sólo espera su decreto en el pleno del Congreso estatal en el próximo periodo de sesiones, hará que la cultura tenga un fuerte impulso como un área transversal a otros proyectos importantes de turismo, crecimiento económico y desarrollo social.
De igual modo, dijo que el proyecto de reestructuración social guerrerense tiene planteado, como segundo plan, la recuperación de espacios públicos, con el fin de combatir el miedo y recuperar la confianza de la población. Así, se han llevado diversos proyectos musicales, literarios, cinematográficos y plásticos a cada una de las siete regiones del estado.
BÁLSAMO SOCIAL
La violencia en Guerrero ha mermado la participación de jóvenes, artesanos y creadores de todas las disciplinas en actividades públicas, además de que ha golpeado a la actividad turística en la región.
Es por ello que la estrategia cultural del gobierno actual va de la mano de un proyecto de seguridad social, cuyo principal desafío es fortalecer a los creadores de Guerrero para que encuentren en el arte una forma de vida digna.
Un ejemplo claro de lo anterior se da en las zonas de Zapata y Petaquillas, zonas marginales de Acapulco donde, aseguró Alejandra Frausto, la integración de jóvenes con antecedente de drogadicción y de enfrentamientos ante la justicia a proyectos artísticos, ha devenido en que la situación en las calles haya cambiado, con espacios donde las familias conviven libremente.
“La cultura tiene este papel de bálsamo que nos blinda, de cierta manera, un halo de protección. El aire festivo del arte ha propiciado que las comunidades se unan, manteniendo a raya a grupos delictivos”.
TURISMO CULTURAL
Además de recuperar el turismo en puntos como Acapulco, ciudad que aporta 70% de la economía estatal, hay esfuerzos encaminados a diversificar la oferta turística con opciones culturales.
Festivales con presencia de personalidades de la talla de Sofía Loren o Antonio Banderas, así como dos exposiciones actuales en los museos del Folclore en Bruselas, Bélgica, y el Metropolitano de Manila, Filipinas, son algunos de las iniciativas del gobierno guerrerense parar atraer a un público ávido de conocimientos al estado.
Alejandra Frausto subrayó que las tradiciones en Guerrero están vivas, pero necesitan ser fortalecidas y promovidas.
Por ello, existe la promoción de darle a Olinalá el título de “Pueblo Mágico”, además de crear una ruta que, además de este pueblo, integre a Chilapa, comunidad de artesanos, y Tixtla, cuna de personajes como Vicente Guerrero e Ignacio Manuel Altamirano, para conformar un corredor cultural que ofrezca una experiencia única, así como dar a conocer las regiones del río Balsas, zona de una bella tradición cerámica y de pintura; y la Consta Chica, donde hay playas hermosas pero también ejemplos importantes de arquitectura colonial.
“Hay que hacer esos esfuerzos para que la gente interesada en el turismo cultural vea otra alternativa en el estado de Guerrero”, acotó Frausto.
PROYECTOS QUE SALVAN
Entre los proyectos que Alejandra Frausto destaca como los más relevantes del plan cultural de Guerrero, está la creación de orquestas infantiles en las siete regiones del estado, las cuales han tenido una respuesta muy generosa por parte de la comunidad.
“Se conformó la primera orquesta infantil en Ciudad Renacimiento, una de las zonas más críticas de Acapulco. La convocatoria era de 180 lugares, pero tuvimos que conformarla con 320 jóvenes ante la demanda, y mantenemos una lista de espera de 100 chicos entre 8 y 18 años”.
De igual modo, proyectos de cine itinerante o la apertura de casa de cultura en comunidades tan pobres como Cochoapa, han funcionado para “salvar” a niños y jóvenes de la violencia, concluyó la funcionaria.