MANILA. Al menos 43 civiles y soldados murieron ahogados el martes en un poblado del sur de Filipinas cuando torrentes de agua de un fuerte tifón descendieron por la ladera de una montaña, tragándose albergues de emergencia y una camioneta militar.

 

Las muertes recientes elevaron la cifra de fallecimientos causados por el meteoro a por lo menos 74.

 

El gobernador Arturo Uy indicó que la lluvia por el tifón Bopha se acumuló en la cima de la montaña para luego bajar de golpe a la villa de Andap, en el poblado de New Bataan, de la provincia Valle de Compostela.

 

Uy dijo que entre las víctimas se encuentran pobladores que habían huido de sus hogares y se habían refugiado en un salón de la villa que terminó inundado. Una camioneta del ejército con soldados y civiles a bordo también fue arrastrada por las aguas.

 

También en Valle de Compostela, donde prospera la minería de oro, el viento y la lluvia provocaron que un muro de lodo y rocas sepultara una casa, lo que dejó tres niños muertos. Sus cadáveres fueron envueltos en frazadas y colocados sobre una cancha de básquetbol en el poblado de Maparat.

 

El tifón, uno de los más fuertes en golpear las Filipinas este año, obligó a más de 60 mil personas a huir de sus poblaciones inundadas para resguardarse en albergues

 

Bopha golpeó la región de Davao al amanecer, con intensos vientos que arrancaron tejados y una faja de lluvias de 500 kilómetros  de ancho que inundó cultivos en tierras bajas. La tormenta, con vientos de 160 kmh y ráfagas de hasta 195 kmh , derribó árboles, desató deslaves y generó inundaciones repentinas en las montañas y valles de la región.