EL CAIRO. El presidente de Egipto, Mohamed Mursi, abandonó ayer el Palacio Presidencial “a su hora, después de mantener varias entrevistas” a lo largo del día, mientras miles de manifestantes se manifiestaban en su exterior, informó el Ministerio del Interior.
En un comunicado, un responsable de la seguridad egipcia aseguró que el presidente dejó el palacio como lo hace habitualmente, pese a las protestas contra la declaración constitucional promulgada hace diez días en la que se blindó ante la Justicia.
Asimismo, el Ministerio del Interior informó que el número de manifestantes ha aumentado y de que algunos de ellos “lograron levantar las alambradas en la avenida El Mergani, pero las fuerzas de seguridad han ejercido la contención y se han trasladado a proteger los acceso al palacio desde fuera”.
Por último, los cuerpos de seguridad pidieron a todas las fuerzas políticas participantes en la manifestación que “expresen sus posturas de manera pacífica”.
Pese a que las marchas convocadas transcurren de manera mayoritariamente pacífica, los agentes antidisturbios lanzaron gases lacrimógenos contra los manifestantes que intentaron acercarse a las puertas del edificio.
Los manifestantes llegaron desde distintos puntos de la capital hasta las inmediaciones del palacio, ubicado en el barrio cairota de Heliópolis, coreando lemas que exigían la salida del presidente y ondeando banderas de Egipto.
Una masiva protesta llevó las críticas por las últimas decisiones del mandatario egipcio, Mohamed Mursi, a las puertas del Palacio Presidencial, en cuyos alrededores se vivieron momentos de tensión entre los asistentes y la policía.
Al menos 18 personas resultaron heridas, algunas de las cuales tuvieron que ser sacadas en volandas con síntomas de asfixia y varias ambulancias llegaron a la concentración, que había transcurrido durante la mayor parte del tiempo con tranquilidad.
Cánticos como “abajo Mursi, abajo el sistema” o “el guía espiritual de los Hermanos Musulmanes vende a la revolución” fueron algunos de los más escuchados en medio de una multitud de personas que ondeaba banderas de Egipto.
Bajo el lema de “El último aviso”, los manifestantes volvieron a salir a las calles en contra del acta emitida por Mursi el pasado 22 de noviembre, que blinda sus poderes, la Cámara alta del Parlamento y la Asamblea Constituyente ante la justicia hasta la entrada en vigor de una nueva Carta Magna.
Precisamente, ese texto constitucional -que deberá votarse en referéndum el próximo 15 de diciembre- fue otro de los motivos que mayor indignación causaron entre los congregados.
La manifestación fue convocada por grupos y formaciones políticas entre las que se encontraban el partido Egipcios Libres, el Partido Socialdemócrata Egipcio y los movimientos 6 de Abril, Kifaya y Jóvenes de Maspero.
En un comunicado, varios grupos y formaciones políticas, entre las que se encuentran el Partido Egipcios Libres, el Partido Socialdemócrata Egipcio y los movimientos 6 de Abril, Kifaya y Jóvenes de Maspero, solicitaron que las marchas sean “pacíficas”. EFE