MANILA. Al menos 54 personas murieron ayer y otras 60 mil se encuentran en centros de acogida, por las inundaciones y los deslizamientos de tierra que causa la presencia del tifón “Bopha” en Mindanao, en el sur de Filipinas.

 

La televisión local ABS-CBN indicó que 43 personas perdieron la vida en la crecida de un río y avalanchas de tierra en el Valle de Compostela, en Mindanao, una zona de yacimientos mineros.

 

El gobernador del Valle de Compostela, Arturo Uy, no descartó la posibilidad de que la lista de muertos en su territorio en su territorio suba.

 

“Pablo”, el nombre local que le han dado los meteorólogos filipinos, se desplaza por el sur de Filipinas con vientos sostenidos de 160 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 195 kilómetros por hora.

 

Viaja a 24 kilómetros por hora y en dirección oeste noroeste, hacia la isla de Palawan, paso de entrada al Mar de China Meridional.

 

Las copiosas lluvias que le acompañan, de entre 10 y 18 milímetros por hora, han dejado a gente en sus barriadas con el agua hasta la cintura, ríos desbordados y carreteras y campos anegados.

 

La mayor parte de los evacuados, unas 55.000 personas, son residentes en las provincias más orientales de Mindanao, como Surigao del Norte y del Sur, Agusan del Norte, Lanao del Norte y Misamis Oriental, por donde entró esta mañana el tifón.

 

Las autoridades se habían preparado para su llegada con la reubicación de las personas en zonas de riesgo y la suspensión de las clases en las provincias afectadas.

 

Cerca de 150 vuelos han sido suspendidos y miles de personas se encuentran atrapadas en los puertos tras la orden de la guardia costera de que el servicio de transbordadores permanezca parado hasta nuevo aviso.

 

Según Defensa Civil, hay cortes del servicio eléctrico en zonas de Surigao del Norte y del Sur y Agusan del Norte, y las copiosas lluvias afectan al tránsito en la red de carreteras de Mindanao.

 

El propio presidente filipino, Benigno Aquino, había advertido al país por la televisión estatal de que su “potencial destructivo no es cosa de risa. Se espera que sea el más fuerte en golpear a nuestro país este año”.

 

“Bopha” o “Pablo” cierra la temporada de tifones en Filipinas, estación que todos los años atrae entre 15 y 20 tifones y que empieza por lo general en junio y concluye en noviembre. EFE