La llegada de grupos anarquistas, el reforzamiento de la vigilancia en Eduardo Molina y la protección a negocios para que no fueran destruidos, fueron algunas de las omisiones del operativo especial implementado por la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito federal (SSPDF) en el marco de la toma de protesta del presidente Enrique Peña Nieto.
24 HORAS tuvo acceso a la orden general de operaciones que la SSPDF diseño para el 1 de diciembre, aprobada por el entonces jefe de la policía capitalina, Manuel Mondragón y Kalb, y en la misma se aprecian aspectos que no fueron contemplados por las autoridades o que no se ejecutaron de forma correcta.
En el planteamiento de la estrategia, la SSPDF contempló que al Palacio Legislativo de San Lázaro podrían llegar grupos del Movimiento YoSoy132 o los habitantes de San Salvador Atenco, pero en ningún momento se desconfió de integrantes del movimiento anarquista, los más radicales.
Tampoco hubo un análisis correcto de riesgos, ya que en el Eje 1 Norte Eduardo Molina, que fue el punto donde se concentraron miles de manifestantes, entre ellos los anarquistas, y donde tuvo lugar uno de los enfrentamientos mas intensos, solo se desplazó una célula de cien granaderos, al igual que se hizo en otros puntos de San Lázaro donde no pasó nada.
Peor aún. En el Eje 1 Norte, arteria por la cual los contingentes se movilizaron luego hacia el centro, en su intento por acercarse al Palacio Nacional, ni siquiera se previó despliegue alguno de uniformados. Fue en esta avenida donde fueron saqueadas estaciones de gasolina y donde se realizaron múltiples destrozos al mobiliario urbano ya vehículos particulares.
Operativamente, el despliegue de la SSPDF se realizó bajo el Mando Único del subsecretario de Operación Policial, Darío Chacón Montejo, con indicativo Aníbal, y quien a su vez, mantuvo coordinación con jefes del Estado Mayor Presidencial (EMP) para las distintas fases de la estrategia.
Un total de 5 mil 172 policías capitalinos, apoyados en 195 patrullas y un helicóptero, participaron en el despliegue, que en conjunto con los elementos federales, alcanzó parcialmente su objetivo, pues se logró que se consumara la toma de protesta y el mensaje presidencial en Palacio Nacional, pero no frenó los múltiples delitos que se cometieron.
No previeron anarquistas
La orden general de operaciones para el evento, que la SSPDF denominó “Transmisión del Poder Ejecutivo Federal”, estimó que se manifestarían nueve grupos distintos, pero no contempló a los integrantes de grupos anarquistas, quienes finalmente fueron los que terminaron enfrentándose con policías federales y capitalinos en distintos puntos.
Además, de gente de San Salvador Atenco, de simpatizantes del Movimiento YoSoy132 y de maestros de la CNTE, la policía esperaba a personas del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) y de diversos sindicatos.
De esa proyección, hecha por las autoridades, los inconformes que se concentraron en San Lázaro y en Palacio Nacional fueron únicamente los integrantes del YoSoy132 y de la CNTE. La gente de MORENA se concentró en el Ángel de la Independencia.
No se cerraron locales
El plan operativo también comprendía en el apartado de la coordinación, recomendaciones a los encargados de negocios y locales para que cerraran sus puertas, a fin de prevenir actos de vandalismo y robo, lo que en efecto terminó sucediendo.
Cuando los anarquistas llegaron al Eje 1 Norte, al Eje Central y a la Avenida Juárez, los negocios se encontraban abiertos, porque no fueron alertados previamente por los uniformados. Más de 65 locales terminaron saqueados o destruidos, pues tampoco hubo policías que lo impidieran.
Se pidió respetar a jóvenes
El esquema de operación hizo énfasis en que se “respetaran y protegieran los derechos humanos, principalmente de jóvenes” y que hubiera un trato respetuoso a la ciudadanía en general, protegiendo sus bienes y evitando abusos.
Las imágenes y testimonios de días posteriores han puesto en evidencia que los granaderos de la SSPDF detuvieron a varias personas, entre ellos varios jóvenes, que no tuvieron relación con los hechos. 24 HORAS también corroboró en la cobertura que policías agredieron y golpearon a civiles en zonas cercanas a Paseo de la Reforma, sin que hubiera garantía de que participaron en la agresión.
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