WASHINGTON. El poder adquisitivo de los estadunidenses podría verse reducido en unos 200 mil millones de dólares el próximo año si el precipicio fiscal se consuma, advirtió el presidente Barack Obama.

 

Tal espectro colocaría a la economía estadunidense en una riesgosa posición, complicando o deteniendo la marcha de la lenta y desigual recuperación que ha venido experimentando en los últimos dos años.

 

“Eso es malo para los negocios grandes y chicos. Es malo para nuestra economía y significa que habrá menos gente contratada y que podemos hundirnos en una espiral en lugar del ciclo virtuoso que todos queremos ver”, dijo el mandatario.

 

Obama hizo sus comentarios a la prensa al término de la reunión privada que sostuvo en la casa de una familia en la vecina comunidad de Falls Church, Virginia, a donde llevó su cruzada contra el precipicio fiscal.

 

“Estamos en plena época navideña. Creo que el pueblo estadounidense cuenta con que esto se resuelva”, dijo el mandatario, sentado a la mesa con la familia de Tiffany y Richard Santana.

 

El presidente mantiene su insistencia de que los republicanos en la cámara baja aprueben extender los recortes de impuestos promulgados durante el gobierno de George W. Bush, sólo para quienes ganan menos de 250 mil dólares anuales.

 

Los republicanos demandan que la extensión sea también para los más ricos, y han desistido de la idea de la Casa Blanca de que parte de los ingresos para reducir el déficit presupuestario provengan de un alza en los impuestos a éstos.

 

RECHAZA NUEVA PELEA POR TECHO DE ENDEUDAMIENTO

 

Barack Obama advirtió a los republicanos que no entablen otra pelea sobre el techo de la deuda de la nación, al decir a líderes empresariales que “es un juego que no voy a jugar”.

 

En declaraciones dijo que estaba consciente de los informes de que los republicanos pueden estar dispuestos a aceptar tasas de impuestos más altas sobre los ricos como una forma de evitar el inminente “precipicio fiscal” para luego volver el próximo año con más poder para conseguir recortes de gastos de parte de la Casa Blanca a cambio de elevar el límite de endeudamiento del gobierno.

 

 

“Esa es una mala estrategia para Estados Unidos, es una mala estrategia para sus empresas y es un juego que no voy a jugar”, dijo Obama, al tiempo que recordó la “catástrofe que ocurrió en agosto de 2011”.(Notimex y AP)