Durante la detención de 70 personas el sábado por disturbios en el centro histórico, se registraron por lo menos 22 casos de arbitrariedad policiaca y cuatro en los que los jóvenes sufrieron torturas por parte de la autoridad, denunció la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF).
Según un informe preliminar, dado a conocer ayer por el organismo (en el que no se detallan los nombres de los implicados), un joven acusa a los oficiales que lo detuvieron de golpearlo en el rostro, cadera y tobillos, además de someterlo a choques eléctricos en una de las piernas.
Otro detenido, de 26 años, se quejó también de haber recibido descargas eléctricas en los genitales y que antes de ser dispuesto al Ministerio Público fue desvestido por los policías, quienes le tomaron fotos desnudo y lo golpearon en las costillas.
Un tercer manifestante, de 20 años, también recibió choques eléctricos a la altura del hombro y pecho, cuando lo subían a la patrulla, mientras que otra persona, de 34 años, detenido en las inmediaciones del monumento a la Revolución, cuenta que lo ingresaron a un estacionamiento público, en donde fue golpeado, tirado al piso hasta quedar noqueado. También afirma que sufrió de un policía “tocamientos de carácter sexual”, además de recibir escupitajos y tirones de cabello para ser subido a la unidad vehicular.
El ombudsman capitalino, Luis González Placencia, calificó estos hechos como “manifestaciones de uso abusivo de la autoridad y de venganza, que no ayudan a que los procesos avancen”.
Asimismo, señaló la gravedad de estos casos ya que, “incluso cuando se haya tratado de personas involucradas en hechos delictivos, esta actitud de la autoridad de lastimar innecesariamente a las personas se convierten en elemento para desvirtuar la legitimidad de la intervención policial”.
Detenciones ilegales
En el informe de la CDHDF se asegura que durante las manifestaciones en rechazo a la toma de protesta del presidente Enrique Peña Nieto hubo 15 detenciones injustificadas en Filomeno Mata y siete más en puntos de la ciudad alejados de los acontecimientos e, incluso, horas más tarde de los disturbios.
Ante este hecho, el ombusdman capitalino informó que siguen integrando pruebas de que la policía detuvo a personas que se manifestaban de manera pacífica, que se encontraban dando cobertura a la manifestación, que se acercaron a auxiliar a jóvenes agredidos físicamente por los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del DF (SSPDF) y otros que se encontraban en lugar de forma circunstancial.
Penas excesivas
Las penas de cinco a 30 años de prisión señaladas por el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, Edgar Elías Azar, para los manifestantes detenidos el sábado 1 de diciembre resultan excesivas, coincidieron el ombudsman capitalino y la diputada Dinorah Pizano, presidenta de la comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa del DF.
“Si se puede comprobar que estos jóvenes cometieron delitos estamos a favor de que reciban el castigo proporcional, pero nos ha parecido un exceso aplicar el tipo penal de ‘atentados a la paz pública’, pensamos que es desproporcional”, dijo.
En tanto, para la legisladora resulta fundamental revisar el código penal con respecto a la responsabilidad que se está fincando de atentar contra la paz pública, “ya que es un artículo que según tratados internacionales y la propia Organización de las Naciones Unidas recomiendan que ya no se aplique, porque normalmente se da en épocas de problemas políticos”.
SALE URIEL DE HOSPITAL
Ayer por la tarde fue dado de alta del Hospital general el universitario Uriel Sandoval, quien perdió el ojo derecho durante el enfrentamiento con la Policía Federal en San Lázaro. Al salir del nosocomio, dijo que “continuaría en la lucha” y que la pérdida de un ojo no era nada en comparación a las “miles de personas que están con hambre y padecen la injusticia”.
La abogada del joven confirmó que el caso de las lesiones que sufrió está con la PGR.
Quien sigue grave en la Cruz Roja de Polanco es Francisco Quendal, un hombre de la tercera edad que participó en las protestas en Eduardo Molina. Se encuentran e estado de coma inducido, luego de la lesión que sufrió ene l cráneo por un supuesto cartucho de gas lacrimógeno disparado por los federales.