Video muestra empujones de policías a miembros de la prensa.
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) pidió hoy a las autoridades de México liberar al fotoperiodista rumano Mircea Topolenau, arrestado durante las protestas ocurridas en la capital mexicana el 1 de diciembre.
“Es escandaloso que las autoridades mexicanas mantengan detenido al fotógrafo Mircea Topolenau durante casi una semana, cuando es evidente que éste trataba de ejercer su profesión”, afirmó Carlos Lauría, coordinador para América del CPJ, con base en Nueva York.
El CPJ explicó que la policía arrestó a Mircea Topolenau, ciudadano rumano que vive en México, y lo acusó de participar en disturbios cuando éste no pudo mostrar una credencial oficial de periodista, según informó su abogada, Rosa María Rodríguez.
La abogada también señaló que Topolenau no pudo probar que había estado fotografiando el evento´, porque la policía le había quitado la cámara al ser detenido.
Rodríguez aseguró que la policía no facilitó un traductor para asistir a Topolenau durante sus primeros dos días de detención, a pesar de que la ley de la ciudad de México requiere que un traductor sea proporcionado a cualquier persona que no habla español.
Topolenau se encuentra detenido en el Reclusorio Norte. Si es hallado culpable, el fotoperiodista podría enfrentar de cinco a 37 años de prisión, señaló la abogada al CPJ.
Laura Woldenberg, ejecutiva de Vice México, la edición mexicana de la revista internacional Vice, aseveró el miércoles a un tribunal que Topolenau había estado colaborando para la publicación, pero que el contrato era verbal.
Indicó que Topolenau había trabajado ocasionalmente como fotógrafo de eventos sociales y culturales en México, lo que generalmente no requería que tuviera una acreditación de prensa.
El fiscal alegó ante el tribunal que Topolenau no podía probar que era periodista porque no tenía un contrato escrito.
De acuerdo con CPJ, los periodistas independientes en todo el mundo a menudo tienen acuerdos verbales con sus empleadores. Muchos trabajan esperando vender su trabajo a posibles clientes tras una cobertura periodística.