El presidente Enrique Peña Nieto se reunió el viernes pasado durante cuatro horas con Elba Esther Gordillo. En ese encuentro, la dirigente del magisterio respaldó la iniciativa de reforma educativa presentada ayer.
Fuentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) confirmaron la reunión de “camaradería” con el Ejecutivo; incluso mencionaron que originalmente la entrevista se había planeado para el jueves 29 de noviembre, un día antes del anuncio del gabinete del nuevo gobierno.
El encuentro del viernes pasado fue ratificado por familiares de la lideresa, aunque éstos dijeron desconocer la temática de la entrevista. En ésta ambos acordaron que la dirigente mantendrá el control del sindicato, dejando al Estado la rectoría de la educación.
De acuerdo con las fuentes consultadas, parte del contenido de la reforma planteada está incluido dentro de los resolutivos del VI Congreso Nacional Extraordinario del SNTE, celebrado en Quintana Roo, en octubre pasado, y donde la maestra fue ratificada al frente del organismo sindical.
Este lunes, en entrevista con el programa de televisión Primer Café, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, declaró que no hubo sorpresas para la maestra, quien ya conocía el contenido de la reforma.
En la presentación oficial de la iniciativa de reforma a la educación llamó la atención la ausencia de la lideresa del magisterio, Elba Esther Gordillo. Tampoco acudió Mónica Gordillo, hija de la lideresa del SNTE y la única senadora del Partido Nueva Alianza (Panal), fundado por ella misma; y menos lo hizo el coordinador de la bancada aliancista, el nieto de Gordillo Morales, René Fujiwara.
Al acto celebrado en el Museo de Antropología tampoco asistió el presidente del Panal, Luis Castro, quien calificó en días pasados al Pacto por México, bajo el cual se encuentra suscrita dicha reforma, como “un acuerdo de élite”.
La presentación de la iniciativa se da a ocho días de la firma del Pacto por México, suscrito por el PAN, PRI, PRD y el gobierno federal, con el objetivo de impulsar varias iniciativas, entre las que se priorizó la educativa.
SIN DEDICATORIA
Sobre la iniciativa que plantea reformar el artículo 3° de la Constitución y otorgar autonomía al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, a fin de evitar la discrecionalidad que prevalece en la asignación de plazas docentes, el secretario de Educación, Emilio Chuayffet negó que dicha modificación constitucional tenga dedicatoria.
En entrevista posterior afirmó que establecerá contacto con Gordillo Morales cuando “exista la posibilidad” de hablar de la reforma, “una vez aprobada por el Congreso”; mencionó incluso que el SNTE fue invitado a la presentación.
“Cuando exista la posibilidad ya de establecer contacto para efecto de darle a esta iniciativa una vez aprobada por el Congreso la operatividad que requiere. Estuvo invitado el sindicato”, afirmó al respecto.
Partidos y organizaciones aplauden de pie la iniciativa
El presidente del PRD, Jesús Zambrano aseguró que con la reforma presentada este lunes se busca recuperar la “rectoría del Estado” sobre el sistema educativo nacional: “Recuperarlo (al sistema educativo) de una camarilla, que durante décadas, tácticamente se fue apoderando, adueñando, del Sistema Educativo Nacional. Una camarilla que, con un liderazgo que hizo de la educación básica y de la organización sindical de los trabajadores de la educación, lo hizo su botín”.
El perredista aseguró que la iniciativa impedirá más promociones y ascensos por “lealtad o compadrazgos con liderazgos sindicales”, que alejará a dicho instituto de “intereses” y “sesgos políticos” y aseguró, no atenta contra la organización sindical ni su autonomía.
Durante su discurso, Peña Nieto aseguró que esta iniciativa permitirá la creación del servicio profesional docente, el cual reconocerá la formación y logros de los maestros al preservar sus derechos, ya que –dijo- su permanencia, ingreso y promoción no estarán sujetos a “criterios discrecionales”.
“Los buenos maestros tendrán la oportunidad de ascender con base en sus méritos profesionales. Es momento de abrir camino a los grandes educadores del país”, dijo, suscitando un aplauso que se reanudó minutos después, luego de que el tricolor asegurara que dicha reforma permitirá también que se prohíba la venta de alimentos que no favorezcan la salud de los alumnos.
Incluso, el final del discurso de Peña suscitó que los asistentes se pusieran de pie y aplaudieran antes de que el priísta concluyera la última palabra.
En lo que toca al PAN, su presidente, Gustavo Madero, aseguró que éste es un “paso firme” para erradicar la “desconfianza” y que con la presentación de esta primer iniciativa se recogen seis de los 95 acuerdos suscritos en el Pacto por México.
A la cita en el Museo de Antropología e Historia acudió todo el gabinete legal del presidente Peña Nieto y representantes de organizaciones civiles que han mantenido una postura crítica en torno a la gestión del sindicato magisterial como Mexicanos Primero -autores, entre otros, del documental “De Panzazo”-, Claudio X. González; Marinela Servitje, presidenta del Compromiso Social por la Calidad de la Educación y Alberto Serdán, coordinador de la Coalición Ciudadana por la Educación.
Para las organizaciones civiles este es un buen comienzo para la búsqueda de una mejor educación en el país. De acuerdo con X. González, dicha reforma es un “buen primer paso, pero sólo el primero de muchos” que deberán darse; para Serdán la reforma implica el inicio de “una nueva etapa en la que el Sindicato no lo decide todo”.
En la parte superior del estrado se encontraban algunos de los encargados por parte de las fuerzas políticas de entablar el diálogo y de constituir las reformas inscritas en dicho acuerdo, como las cabezas de las bancadas en ambas Cámaras: por parte del PAN, Juan Molinar Horcasitas, Santiago Creel, Marco Adame y Luis Alberto Villarreal; del lado del PRD, Miguel Barbosa, Jesús Ortega y Silvano Aureoles.
Del tricolor se encontraba José Murat, Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa; del Verde Ecologista Jorge Emilio González.
Todos los políticos se encontraban sentados de manera arbitraria y de vez en vez intercambiaban impresiones y alguna sonrisa. En la mesa principal, junto a los presidentes de los partidos y a Peña Nieto, el presidente de la Mesa Directiva del Senado, Ernesto Cordero, el cual, a lo largo del encuentro no dejó de sostenerse con la mano, la barbilla, y de mirar a su alrededor.
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