MANAGUA. La audiencia de juicio en contra de 18 mexicanos en Nicaragua, acusados por supuestos delitos de lavado de dinero, crimen organizado y tráfico de drogas, inicia hoy su recta final con la declaración de los últimos testigos de cargo citados por la Fiscalía.
El juez Edgar Altamirano, dictaría sentencia de inocencia y culpabilidad una vez hayan concluido los alegatos de la defensa y la parte acusadora que ha solicitado una condena por la supuesta comisión de los delitos.
El grupo de extranjeros trasegaba 9.2 millones de dólares ocultos en compartimientos de cuatro de seis camionetas, con logotipo del consorcio de la televisión mexicana Televisa, que usaban “como fachada” para su movilización por Centroamérica.
Los chalecos azules con el logotipo de Televisa, los radios de comunicación, los 23 bolsos de viajero donde portaban el dinero, las cámaras de televisión, los modernos teléfonos móviles y fotografías de las “caletas” en los vehículos, han sido presentados en el juicio.
Forman parte de las pruebas documentales, las cartas de acreditación del equipo que se hacía pasar como periodistas ante las autoridades de los países de la región y firmadas por el vicepresidente de Información Nacional de Televisa, Amador Narcia Estrada, y con sellos de la empresa.
Narcia Estrada ha asegurado que su firma ha sido falsificada. Televisa ha negado toda relación con los presuntos empleados del consorcio y la propiedad de las camionetas que habrían sido registradas de forma irregular.
Raquel Alatorre Correa era la jefa de la agrupación a quienes llamaban “la licenciada” y autorizaba a sus compañeros a hablar en las entrevistas preliminares en el puesto fronterizo, coincidieron los detectives de la policía.
Una supuesta denuncia anónima desde Honduras del desplazamiento de la caravana de Televisa, el 19 de agosto pasado, alertó a las autoridades policiales.
Las contradicciones en las declaraciones de los mexicanos sobre los móviles de la visita al país dio paso a las investigaciones, relató el testigo sin rostro conocido como “número uno”.
Todavía no se ha determinado el número de ingresos a Nicaragua. La Fiscalía no ha documentado los registros migratorios.
Al menos en cinco ocasiones desde 2010 se alojaron en un lujoso hotel capitalino, de acuerdo a las declaraciones de los empleados del establecimiento, el pasado lunes.
Los detenidos el pasado 20 de agosto en el puesto fronterizo de Las Manos, en el norte nicaragüense, podrían enfrentar penas de cárcel de cinco a siete años por cada uno de los delitos.