LONDRES. La enfermera, Jacintha Saldanha, que transfirió una llamada de broma a la habitación de hospital de la duquesa de Cambridge aparentemente se suicidó tres días después. La oficina forense dijo que fue hallada colgada y que un detective encontró tres notas.
El detective James Harman, jefe de inspectores de la Policía, indicó que Saldanha, de 46 años, tenía lesiones en sus muñecas. Se encontraron dos notas en el lugar y otra más entre sus pertenencias, según declaró a la investigación forense. Agregó que no había circunstancias sospechosas, por lo que posiblemente no hubo nadie más involucrado con su muerte y el caso se investiga como suicidio.
Harman agregó que la Policía ha entrevistado a amigos, familiares y colegas de la enfermera, y examina las notas, correos electrónicos y llamadas telefónicas. Indicó que los detectives contactarán a la Policía en Australia para recabar “evidencia relevante”.
La semana pasada, Saldanha respondió el teléfono cuando dos locutores australianos llamaron para solicitar información sobre la duquesa Catalina, que está embarazada y se encontraba recibiendo atención médica por náuseas.
Haciéndose pasar por la reina Isabel II y el príncipe Carlos, los locutores engañaron a Saldanha para que transfiriera la llamada a una enfermera que atendía a la duquesa y ésta reveló detalles privados sobre su estado de salud.
Los conductores Mel Greig y Michael Christian se disculparon por la broma en entrevistas transmitidas en la televisión australiana y dijeron que nunca esperaron que su llamada fuera transferida. Su programa de radio fue sacado del aire y los locutores fueron suspendidos indefinidamente.
La autoridad local, el ayuntamiento de Westminster, dijo que el cuerpo de Saldanha fue entregado a su familia tras la audiencia del jueves.
Saldanha vivía en Bristol, en el suroeste de Inglaterra con su esposo y dos hijos adolescentes. Su esposo Benedict Barboza ha dicho que será enterrada en Shirva, en India.