LA HABANA. El Gobierno de Cuba ha manifestado a la Asamblea Nacional que mantiene su “voluntad política” de extender el acceso “social” a internet, sin que hayan trascendido noticias del cable submarino de fibra óptica que llegó hace casi dos años a la isla desde Venezuela para mejorar la conectividad.

 

Medios oficiales informaron de que el ministro cubano de la Informática y las Comunicaciones, Maimir Mesa, explicó el miércoles a la Asamblea Nacional que existe la voluntad política de continuar extendiendo el acceso a internet “en función del enfoque principal del beneficio colectivo y de la disponibilidad de recursos”.

 

“Es firme la intención del país de seguir extendiendo los servicios de conectividad a las redes de datos, según las condiciones económicas lo vayan permitiendo, en lo cual se priorizará a los sectores vitales del país, así como los puntos de acceso a Internet sociales y comunitarios”, dijo Mesa, citado ayer por el periódico oficial Juventud Rebelde.

 

En su informe a la Asamblea, a cuyas sesiones no han tenido acceso los medios extranjeros acreditados en La Habana, Mesa insistió en que la política del país es beneficiar en ese sentido a los centros educativos y de investigación “en primer lugar”.

 

Añadió que se trabaja en proyectos como un “Centro de Datos Públicos”, una “plataforma de correo electrónico”, nuevas leyes para las telecomunicaciones en Cuba y en el estándar de televisión digital que adoptará el país.

 

Los reportes de la prensa cubana no mencionan que el ministro o los diputados hayan analizado la situación del cable submarino de fibra óptica que llegó a la isla en 2011, del que el Gobierno no ha informado desde entonces sobre su funcionamiento.

 

El proyecto del cable fue desarrollado por Cuba en conjunto con Venezuela y se espera que su tecnología multiplique por 3 mil la capacidad de conexión a internet en la isla, donde el acceso está muy restringido y, salvo contados casos, no se permite a los cubanos tener conexión a la red desde sus domicilios.

 

El Gobierno cubano culpa de esta situación al bloqueo que Estados Unidos aplica sobre la isla desde 1962 porque esa política de embargo obliga a Cuba a acceder a la red mediante un enlace por satélite que hace la conexión lenta y cara.

 

El ministerio de la Informática y las Comunicaciones también anunció a la Asamblea que en 2013 está previsto instalar unas 330 mil nuevas líneas telefónicas, de las que más del 90% serán de telefonía móvil.

 

Además, informó de que se estudia una “aplicación paulatina” de nuevas reducciones de tarifas en ese servicio, junto a otras facilidades para las líneas y el pago.

 

Actualmente, Cuba tiene instaladas 1.155.426 líneas fijas de teléfonos, superadas por las 1.508.169 móviles que se han abierto desde 2008.

 

En ese año el Gobierno del presidente Raúl Castro autorizó que los cubanos pudieran activar líneas de teléfonos móviles, un servicio que hasta entonces solo estaba permitido a usuarios extranjeros, compañías e instituciones del Estado. EFE