La Constitución Mexicana establece que la inversión en materia de ciencia, tecnología e innovación deberá ser de 1% del Producto Interno Bruto (PIB), meta que se prevé alcanzar hasta finales de este sexenio.

 

El presidente Enrique Peña Nieto informó ayer que de aprobarse el presupuesto de egresos para 2013, el monto destinado a este sector será de 70 mil 395 millones de pesos, lo que representa un incremento de 15% respecto al año anterior.

 

No obstante, esta cifra apenas supera la mitad del porcentaje estimado en la Carta Magna, al representar cerca de 0.55% del PIB.

 

La Ley de Ciencia y Tecnología -promulgada en junio del año 2002 a partir de una reforma a la Constitución- establece que se debe destinar 1% del PIB a esta área, pero nunca se ha pasado de 0.4 por ciento.

 

De acuerdo con José Franco, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), el país precisa que cada año se agregue a este rubro 0.1% del PIB, lo que representa alrededor de 15 mil millones de pesos, de tal manera que al finalizar la presente administración federal se concrete “ese anhelado 1%”.

 

Aun así, la comunidad científica mostró su beneplácito con este incremento presupuestal. Cabe recordar que apenas unos meses atrás el Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT) interpuso una denuncia administrativa en contra del Estado mexicano por incumplir el mandato constitucional.

 

RECURSOS COMPROMETIDOS

 

Uno de los compromisos de campaña que asumió Peña Nieto fue precisamente alcanzar la inversión presupuestal que dicta la constitución en materia de ciencia, tecnología e innovación.

 

En los últimos años, México se ha posicionado en los últimos lugares a nivel mundial en desarrollo tecnológico, a la par de naciones como Bolivia, Perú y estado africanos, al invertir alrededor del 0.4% del PIB, de acuerdo con el Órgano de Solución de Diferencias (OSD), de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

 

Es por ello que el aumento presupuestal anunciado por el presidente resulta algo “inédito”, opinó José Enrique Villa Rivera, director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT).

 

“No habíamos tenido en los últimos seis o siete años un incremento tan alto. Significa un aliento muy importante para la comunidad científica”, subrayó.

 

En el acto donde ratificó a Yoloxóchitl Bustamante, al frente del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Peña Nieto ratificó su compromiso de convertir a la ciencia y la tecnología en el motor económico para lograr que México se incorpore a la sociedad del conocimiento.

 

Frente a rectores y representantes de la comunidad académica y universitaria del país, el Ejecutivo informó que en el proyecto enviado a la Cámara de Diputados incluyó la propuesta de creación del Programa para el Desarrollo Científico y Tecnológico, que contempla la asignación de dos mil 500 millones de pesos, así como un proyecto para la ampliación de la oferta educativa en los institutos tecnológicos, para el cual se han etiquetado 950 millones de pesos.

 

Politécnica de carrera

 

Yoloxóchitl Bustamante ocupará por tres años más la dirección del Instituto Politécnico Nacional (IPN), institución en donde estudió la vocacional, la carrera de Ingeniería Bioquímica y también obtuvo un Doctorado en Ciencias con especialidad en Bioquímica.

 

“Yolo”, como la llaman sus conocidos, fue designada en 2009 como directora general del IPN, convirtiéndose en la primera mujer en asumir la conducción de una de las dos instituciones educativas más grandes del país.

 

Su designación por parte del entonces presidente Felipe Calderón fue interpretada como una estrategia de continuidad debido a su cercanía con el entonces director del instituto, José Enrique Villa Rivera, quien actualmente es director del Conacyt.

 

Durante la gestión de Villa Rivera, Bustamante Díez ocupó el cargo de secretaria Académica del IPN desde 2004, mismo que abandonó por casi dos años para aceptar la Subsecretaría de Educación Media Superior en la SEP, de febrero de 2005 a diciembre de 2006.

 

Una vez concluida la administración de Vicente Fox, Yoloxóchitl regresó al IPN en 2007 y como parte del equipo directivo impulsó la aplicación del llamado nuevo modelo educativo.

 

No obstante, investigadores y egresados del IPN demandaron en aquella ocasión impulsar una verdadera transformación del instituto. Más recientemente, la comunidad politécnica exigió al todavía presidente Felipe Calderón la destitución de Bustamante Díez, por no modernizar a la institución, aumentar el burocratismo, y no actualizar los planes de estudio.

 

Ayer, en la residencia de Los Pinos, al ser ratificada por el presidente Enrique Peña Nieto como directora del IPN en el periodo 2012-2015, Bustamante se refirió a la mejora en la calidad de los servicios educativos y administrativos como las tareas urgentes de la institución.

 

De igual modo, refirió nuevos retos en cuanto a calidad, cobertura y equidad, por lo que buscará adecuar la ley orgánica del IPN para que refleje sus necesidades actuales: “Creo que lo que se viene es innovar en aspectos de la gestión administrativa para hacerla más eficiente y satisfacer a nuestros estudiantes”.

 

Finalmente, dijo que espera conseguir presupuesto que se propuso a la SEP, el cual consta de 14 mil 800 millones de pesos.

 

ACTIVISTA Y ESTUDIANTE DE EXCELENCIA

 

Hija de una maestra y de un trabajador ferrocarrilero, Yoloxóchitl Bustamante heredó el interés por participar en grupos sociales, como el movimiento estudiantil de 1968.

 

Desde muy joven destaco en el ámbito académico. Cursó el bachillerato en la Vocacional 6), donde destaco como excelente alumna. Sus estudios profesionales los realizó en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del IPN, y en esta misma escuela obtuvo el Doctorado en Ciencias con Especialidad en Bioquímica, entre otros estudios.

 

En la iniciativa ocupó diversos puestos directivos en empresas de la industria químico farmacéutica.