Una encuesta organizada por el periódico The Washington Post y la cadena de televisión ABC, después de la masacre del viernes pasado, señala que el 54% de la población está a favor de la regulación legal sobre las armas.

 

Es decir, más de la mitad de los estadunidenses piensan que tiroteos como el de Newtown van más allá de algo personal, individual y reflejan problemas mucho más profundos de la sociedad. Muchos piensan que es el momento de abordarlo y abrir un nuevo diálogo nacional sobre el crimen violento. Si bien es cierto que el debate tiene años, hoy, al parecer, comienza a permear a profundidad.

 

Según la encuesta, la mayoría de la población sí quiere la aplicación de leyes mucho más estrictas que las que se tienen en la actualidad. También se desprende que un 59% apoya la prohibición de cierto tipo de municiones de alto alcance. No obstante, estos datos no varían mucho con respecto a años anteriores.

 

Muy a tener en cuenta en este complicado debate son las profundas divisiones entre los grupos de población -regional, por sexo e ideología-. Esta encuesta señala que son más los estadunidenses siguen diciendo que la aplicación de las leyes existentes sería una manera más eficaz de acabar con este tipo de problemas que aprobar nuevas leyes.

 

Es cierto que las consecuencias del tiroteo de Newton están teniendo un matiz diferente a lo ocurrido en Aurora (colorado) el pasado julio y al de Virginia (2007). Las tendencias ideológicas han pasado a un segundo plano y el silencio de éstas ha sido uno de los grandes protagonistas.

 

Las armas de la matanza

 

Forma parte de una familia de rifles basados en el célebre fusil de asalto M-16, grabado en la retina del mundo desde la guerra de Vietnam. Se concibió inicialmente para uso de las Fuerzas Armadas estadunidenses.

 

La Sig Sauer P226 de 15 cartuchos y un peso de mil 35 gramos con el cargador lleno, perteneciente a la amplia serie P220, prolongada en la P230, es el arma corta estándar de los GEOS españoles y los SEAL de la Marina estadunidense.

 

La Glock, de las series 20 y 30, y generalmente con un cargador de 15 cartuchos ampliable a 17, está presente en el equipo habitual de los miembros de la Delta Force y es pistola reglamentaria de unos 50 ejércitos y fuerzas de seguridad del mundo. Agencias