Durante seis días el líder de Los Rojos, estuvo internado en un hospital del Distrito federal con dos heridas de bala, sin custodia policiaca alguna y sin que las autoridades de la Procuraduría capitalina ni la de Morelos verificaran su identidad. La noche del sexto día fue ejecutado en la sala terapia intensiva del hospital Médica Sur.

 

Aunque Crisóforo Rogelio Maldonado Jiménez, El Bocinas, ingresó el pasado 11 de diciembre al hospital con su nombre real, luego de escapar de una clínica del IMSS en Morelos, las autoridades no verificaron de quien se trataba.

 

De acuerdo con los avances de la investigación, que ayer fue atraída por la Fiscalía de Homicidios de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), el personal de Médica Sur avisó al Ministerio Público de Tlalpan Tres que una persona con doble herida de bala en el abdomen se encontraba internada.

 

Fue la familia de El Bocinas quien lo trasladó desde Morelos en una ambulancia particular. Para justificar las heridas dijeron que el capo era un “empresario de la construcción”, que había “sufrido un asalto” y que hace tres años lo quisieron secuestrar.

 

Todo fue informado al Ministerio Público, quien según las autoridades consultadas requirió a Morelos datos sobre el supuesto “asalto”. Pero los días pasaron, nunca llegó la respuesta de la Procuraduría de ese estado y la PGJDF tampoco desplegó vigilancia alguna.

 

Incluso, el viernes 14 de diciembre, dos días antes de que El Bocinas fuera asesinado, el gobernador Graco Ramírez reveló públicamente que Maldonado Jiménez, líder de Los Rojos, se había escapado con el apoyo de policías ministeriales de la clínica del IMSS en Cuernavaca, a donde llegó herido tras un intento de ejecución.

 

Pero ni eso alertó a las autoridades capitalinas. La noche del domingo 17 de diciembre, dos sujetos disfrazados de médicos, con batas y cubrebocas, entraron por la puerta principal de la Torre 1 de Médica Sur, llegaron a cuidados intensivos, le dispararon a El Bocinas, y luego salieron caminando, para escapar por una puerta de servicio.

 

Se inició la averiguación previa por homicidio con arma de fuego, y el lunes la PGJDF confirmó que la víctima era el líder del grupo delictivo de Los Rojos, grupo del crimen organizado conformado por células de la organización de los Beltrán Leyva, que opera en Morelos y Guerrero.

 

Ayer, la Fiscalía de Homicidios atrajo el expediente iniciado en Tlalpan, recopiló los videos de las cámaras del hospital, y tomará declaraciones a personal de seguridad privada y del área médica del nosocomio.

 

Mientras tanto, la hija de Maldonado se presentó al Centro Forense del Distrito Federal para reclamar los restos de su padre, sin que se proporcionaran más datos.