CARACAS. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez muestra progreso a ocho días de su operación en Cuba por la reaparición del cáncer, dijo hoy el Gobierno en Caracas, mientras se abrió un debate sobre la posibilidad de que por la convalecencia asuma su nuevo mandato después del 10 de enero.
“Día tras día que pasa el comandante Chávez ha venido ganando espacios para su salud, ha venido mejorando”, dijo hoy en una conferencia de prensa el vicepresidente, Nicolás Maduro, en quien el gobernante delegó el poder antes de viajar a La Habana.
Maduro aludió a la salud de Chávez a falta del informe que en los últimos días ha venido ofreciendo el ministro de Comunicación, Ernesto Villegas, quien ayer informó que el presidente, que el pasado 11 de diciembre fue intervenido por cuarta ocasión en año y medio, sufrió una infección respiratoria.
“Es el comandante de las mil victorias, es el comandante de los milagros y por eso nosotros nos concentramos en que eso va a ser lo que va a suceder”, añadió Maduro y subrayó que las noticias del Ejecutivo venezolano sobre el estado de salud de Chávez “son exactamente la verdad de lo que ha sucedido”.
Consultado sobre la posibilidad de que la compleja recuperación le impida a Chávez jurar al cargo, Maduro pidió no entrar “en el terreno de las especulaciones” y “más bien seguir en el terreno de la verdad, de la certeza”.
Fue el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, quien aludió a la posesión de Chávez en enero al indicar a medios locales que considera legalmente posible retrasar la fecha.
“Tú no puedes amarrar a un día la voluntad de un pueblo”, afirmó Cabello al aludir al 10 de enero, aunque, a su juicio, esa decisión le corresponde al Tribunal Supremo.
La Carta Magna venezolana establece que el presidente electo tomará posesión “el 10 de enero del primer año de su período constitucional, mediante juramento ante la Asamblea Nacional” y si “por cualquier motivo sobrevenido” no pudiese “lo hará ante el Tribunal Supremo de Justicia”.
La oposición, por su parte, interpretó la posibilidad de postergar la asunción presidencial a una supuesta pugna dentro del chavismo, que considera dividido en un ala militar liderada por Cabello y una civil encabezada por Maduro.