HOUSTON. La fiebre que obligó a que George H.W. Bush pasara la Navidad en un hospital se ha agravado, y los médicos han restringido la dieta del ex presidente, quien ahora sólo puede consumir líquidos, dijo un portavoz el miércoles.
Jim McGrath, vocero del ex mandatario, había dicho más temprano que la fiebre había desaparecido. Luego, precisó sus declaraciones y señaló que la temperatura del ex presidente se había “elevado” en días recientes.
McGrath dijo que los médicos impusieron una dieta de líquidos a Bush, de 88 años, aunque no pudo explicar el motivo. Señaló que los doctores han tratado la persistente fiebre con Tylenol, pero no determinan aún la causa por la que el problema continúa.
El portavoz dijo que, en cambio, se ha ido corrigiendo una tos bronquial por la que se hospitalizó a Bush el 23 de noviembre. Aseguró que el ex presidente tiene ahora sólo un episodio de tos al día.
La hija de Bush, Dorothy, llegaría el miércoles a Houston, procedente de Bethesda, Maryland.
Bush, el 41er presidente de Estados Unidos, y su esposa, Barbara, viven en Houston durante el invierno y pasan el verano en una casa en Kennebunkport, Maine.
El ex presidente fue piloto aviador de la Armada durante la Segunda Guerra Mundial —en su momento el más joven— y fue derribado en el Pacífico.
Después de que dejó la Casa Blanca, en 1992, George H.W. Bush adquirió notoriedad al haberse lanzado en paracaídas en al menos tres de sus cumpleaños.
Su hijo, George W. Bush, el 43er presidente, figura entre las personas que lo han visitado en el hospital.