WASHINGTON. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que comienza un segundo mandato en enero, acabó el año con una cifra récord de deportaciones y la crítica de grupos pro-inmigrantes para que impulse una reforma migratoria integral.

 

El Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) informó la semana pasada que en el año fiscal 2012 deportó a 409 mil 849 personas, de las cuales poco más de la mitad, el 55 por ciento, han sido condenadas por delitos graves o menores.

 

La cifra es mayor a la de los 396 mil 906 deportados el año pasado, según el ICE que informó que los deportados incluyen a mil 215 condenados por homicidio, cinco mil 557 por transgresiones sexuales, 40 mil 448 por delitos sobre drogas y 36 mil 166 por manejar bajo la influencia del alcohol.

 

Indicó que el 96 por ciento cayó dentro de la prioridad de las deportaciones de personas con antecedentes penales, que es una cifra récord, que se suma a los que ingresan recientemente por la frontera.

 

El ICE informó que no renovará contratos del criticado programa 287g de colaboración con dependencias policiales locales y estatales y que más bien ha optado por el programa Comunidades Seguras para la deportación de indocumentados en las cárceles.

 

Indicó que ha emitido una nueva guía que restringe las detenciones de personas involucradas en delitos menores como violaciones de tráfico, para enfocarse en los criminales convictos y reincidentes, entre otros.