NUEVA DELHI. Una joven de 17 años se suicidó en un pueblo del noroeste de la India después de ser violada por varios hombres a mediados de noviembre y la policía hiciera caso omiso a sus peticiones de auxilio.

 

La víctima fue violada en la noche del 13 de noviembre -día de la importante festividad hindú de Diwali- en el pueblo de Badshahpur, en el estado indio de Punjab, y no fue hasta dos semanas después cuando la policía accedió a tramitar su caso.

 

Fuentes de la policía local afirmaron a la agencia india PTI que el oficial a cargo de la comisaría a la que acudió la joven, Gurcharan Singh, no registró el caso hasta el 27 de noviembre y que se enfrentó a lo sucedido “de la manera menos profesional posible”.

 

“La policía comenzó a presionarla para llegar a un acuerdo económico con sus atacantes o casarse con uno de ellos”, declaró la hermana de la víctima.

 

El inspector general de la policía regional, Paramjit Singh Gill, confirmó que la chica que padeció el asalto sexual y trató por todos los medios de que su caso fuera tramitado, pero los agentes no abrieron ninguna investigación formal.

 

La joven violada, ante la inoperancia de la policía, optó por difundir un vídeo a la prensa en el que desde una humilde habitación y con el rostro tapado por una tela morada narraba su caso.

 

“Dos chicos me violaron. Hice mucho ruido pero nadie me escuchó. Había una mujer a la que supliqué ayuda, pero en vez de ayudarme, ayudó (a los violadores). Me dijeron que si decía algo me matarían y dañarían a mi familia”, aseguró la víctima ante la cámara.

 

El miércoles la joven falleció tras ingerir veneno y, al día siguiente, la policía arrestó a los violadores y a la mujer que presenció la afrenta, mientras que el oficial que trató de convencerla para llegar a un trato con sus atacantes fue suspendido.

 

El pasado 7 de diciembre, en un caso similar, una adolescente de 15 años se ahorcó en el estado occidental indio de Maharashtra, después de ser violada por un joven cuando se dirigía al colegio.

 

El caso de la joven que se suicidó el miércoles ha obtenido más relevancia en la India que otros parecidos debido a la ola de indignación que sacude todo el país después de que una chica de 23 años fuera violada por seis hombres en un autobús de Nueva Delhi.

 

La joven universitaria fue golpeada y luego arrojada a la carretera desde el vehículo en marcha.

 

Los autores de la violación fueron detenidos y la joven, que había permanecido hasta ayer ingresada en un hospital de la capital india, fue traslada a Singapur, donde se informó hoy de que su estado es “extremadamente crítico”.

 

La Oficina Nacional de Registro de Crímenes reveló en 2011 que cada 20 minutos una mujer es violada en la India, pero que en solo uno de cada cuatro casos el violador es condenado debido, según los analistas, a la “inmensa corrupción” presente en el cuerpo policial.