WASHINGTON. La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Rodham Clinton, fue internada el domingo en un hospital de Nueva York tras haberle descubierto un coágulo de sangre derivado de una conmoción cerebral que sufrió a inicios del mes.

 

Los médicos de Clinton descubrieron el coágulo el domingo mientras le practicaban un examen de seguimiento, dijo su vocero, Philippe Reines.

 

El portavoz no dio detalles sobre la ubicación del bloqueo, pero dijo que los médicos le están aplicando anticoagulantes y que la secretaria Clinton permanecerá en el Hospital Presbyterian de Nueva York al menos las siguientes 48 horas para que los médicos puedan supervisarla.

 

“Sus médicos seguirán valorando su estado, incluidos otros asuntos relacionados con su conmoción cerebral”, dijo Reines en un comunicado. “Ellos determinarán si se requiere alguna otra acción”, agregó.

 

Clinton, de 65 años, cayó a mediados de diciembre cuando estaba sola en casa recuperándose de una infección estomacal que la dejó gravemente deshidratada. La conmoción cerebral se le diagnosticó el 13 de diciembre y Clinton se vio obligada a cancelar un viaje al norte de África y al Medio Oriente que había sido planeado para la semana próxima.

 

Clinton se vio obligada además a cancelar su testimonio del 20 de diciembre ante el Congreso sobre un reporte sobre el ataque del 11 de septiembre al consulado de Estados Unidos en Bengasi, Libia, que costó la vida al embajador Chris Stevens y a otros tres estadounidenses.

 

El reporte encontró fallas graves de liderazgo y manejo en dos oficinas del Departamento de Estado, que fueron consideradas como la causa de insuficientes medidas de seguridad en esas instalaciones. Clinton se responsabilizó por el incidente antes de que el reporte fuera publicado, pero no se le imputaron cargos.

 

Algunos comentaristas conservadores insinuaron que Clinton estaba fingiendo la gravedad de su enfermedad y la conmoción cerebral para evitar testificar. Funcionarios del Departamento de Estado lo negaron vehementemente.

 

Legisladores presentes en la audiencia —incluido el senador demócrata John Kerry, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la cámara alta y quien fue nominado por el presidente Barack Obama para suceder a Clinton— le desearon que se recupere.

 

La ex primera dama y ex senadora es conocida por su agotador ritmo de viajes de trabajo. Es la persona en ese cargo que ha viajado más en la historia de Estados Unidos, al haber visitado 112 países. (AP)