WASHINGTON. Los médicos que atienden a la secretaria de Estado, Hillary Rodham Clinton, por un problema en el cerebro dijeron que emplean anticoagulantes y están seguros de una completa recuperación.
Clinton no sufrió un derrame ni daños neurológicos a causa del coágulo formado por la conmoción cerebral que padeció al desmayarse en su casa a principios de diciembre, dijeron los médicos en un parte difundido el lunes.
Clinton, de 65 años, fue ingresada el domingo en el Hospital New York-Presbyterian al ser descubierto el coágulo tras el examen de la conmoción cerebral, dijo el vocero de Clinton, Phillipe Reines.
El coágulo está localizado entre el cerebro y el cráneo, detrás de la oreja derecha. Clinton será dada de alta tras ser establecida la dosis apropiada de su medicamento anticoagulante, dijeron los médicos.
En su parte, la doctora Lisa Bardack, del Grupo Médico Mount Kisco y la doctora Gigi El-Bayoumi, de la Universidad George Washington, dijeron que Clinton progresa satisfactoriamente y tiene buen ánimo.
La complicación de Clinton “ciertamente no es la más común tras una conmoción cerebral”, y es uno de los pocos coágulos sanguíneos en la cabeza o el cráneo tratados con anticoagulantes”, dijo el doctor Larry Goldstein, un neurólogo que es director del centro de derrames de la Universidad Duke. Goldstein no participa en el tratamiento de Clinton.
La zona en la que está localizado el coágulo de Clinton es “un canal de drenaje, el equivalente a una gran vena fuera del cráneo. Es la forma en que la sangre regresa al corazón”, según Goldstein.
Los anticoagulantes suelen ser suficientes en estos casos, y Clinton no debería sufrir efectos duraderos si los médicos determinan que no hubo lesiones neurológicas, dijo Goldstein.
Clinton regresó de un viaje por Europa y se enfermó con un virus estomacal a principios de diciembre, lo que le obligó a cancelar un viaje por el norte de Africa y el Medio Oriente. Hasta entonces sólo había cancelado dos viajes al extranjero, uno de ellos a Europa tras fracturarse un codo en junio del 2009 y otro a Asia tras el sismo de febrero del 2010 en Haití.
Su estado empeoró al desmayarse, sufrir una caída y una conmoción cerebral en su residencia a mediados de diciembre. La noticia fue anunciada el 13 de diciembre.