La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) exigió hoy a México medidas para frenar la violencia en las cárceles, principalmente en las del norte del país, esto tras el sangriento motín que dejó 24 muertos en el Centro de Readaptación Social (Cereso) en Gómez Palacio, Durango, ocurrido el mes pasado.
En un comunicado, la CIDH pidió una investigación “con la debida diligencia” de las muertes que se produjeron el pasado 18 de diciembre en un motín e intento de fuga, hecho donde perdieron la vida 15 internos y nueve custodios.
“La Comisión Interamericana manifiesta una vez más su profunda preocupación por los altos niveles de violencia en los centros penales del norte de México, en los que constantemente se registran motines, enfrentamientos entre miembros de bandas criminales, fugas y otros desórdenes e irregularidades”, indicó el organismo.
La CIDH reiteró su “llamamiento urgente a las autoridades mexicanas, a fin de que adopten las medidas idóneas, incluyendo reformas estructurales destinadas a prevenir brotes de violencia en los centros penitenciarios”.
En concreto, pidió medidas como el desarme de la población reclusa, “los controles efectivos del ingreso de armas y otros objetos ilícitos en los centros penales” y la “prevención de las actividades de las organizaciones criminales presentes en las cárceles”.