ROMA. Un partido amistoso que disputaban el Milán y el Pro Patria, de la provincia de Varese (Lombardía), fue suspendido después de que los jugadores del conjunto “rossonero” decidieran retirarse por los insultos racistas que recibieron de los aficionados locales.

 

El encuentro, que se jugaba en la localidad de Busto Arsizio, se suspendió en el minuto 26 del primer tiempo cuando un grupo de aficionados del Pro Patria, equipo local, comenzó a gritar insultos racistas a los jugadores del Milan y el capitán de este equipo, Massimiliano Allegri, ordenó a sus compañeros que abandonaran el campo.

 

“En un ambiente de racismo –dijo Allegri- como el que hemos vivido en Busto Arsizio no se puede continuar jugando”.

 

Según relatan los medios italianos, el ambiente se fue calentando desde el comienzo del partido cuando algunos de los aficionados del Pro Patria comenzaron a insultar desde las gradas a los jugadores de color, al delantero francés MBaye Niang, al centrocampista holandés Urby Emanuelson y al centrocampista de Ghana Boateng. Boateng respondió a los gritos de los aficionados locales lanzándoles el balón y se encaró a ellos arrancándose la camiseta.

 

Por otra parte, el presidente del Milán, Silvio Berlusconi, excluyó de los planes de su club al delantero del Manchester City Mario Balotelli porque, según dijo, no le convence “como hombre”, en unas declaraciones a la radio napolitana ‘Kiss kiss’.

 

Con esta declaración, Berlusconi quiso poner punto final a los comentarios sobre un posible fichaje de Balotelli por parte del club “rossonero”.

 

El presidente del Milán declaró que la idea principal de la directiva es crear una plantilla rejuvenecida que saque al equipo adelante durante, al menos, los próximos diez años, para lo que ya tienen a un centenar de jóvenes bajo observación.

 

En este sentido, Berlusconi excluyó de sus planes la llegada del delantero del Shanghai Shenhua Didier Drogba, cuya figura queda descartada del proyecto por estar por encima de la edad que el club de Milán requiere.

 

Para captar nuevos talentos, Berlusconi afirmó que el directivo Adriano Galliani se encuentra ya en Brasil “para traer al club dinero y no para gastarlo”.

 

Por último, Berlusconi lamentó la dificultad que supone hoy en día reclutar futbolistas en un mercado que ha comparado con el juego del monopoly.