El saqueo de combustible a través de tomas clandestinas en México generó la pérdida  de más de 35 mil millones de pesos (mdp) cada año, al menos en el sexenio pasado, según el legislador Arturo Escobar y Vega, coordinador del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en San Lázaro.

 

Escobar y Vega alertó del peligro ambiental y de seguridad latente en torno al robo de combustible, que generan constantes derrames de hidrocarburos en ríos o zonas naturales, o incluso explosiones. Ambos riesgos, se evitarían con una reforma energética, según el legislador.

 

Las cifras del PVEM significarían unos 210 mil mdp en todo el sexenio del ex presidente de México, Felipe Calderón. Sin embargo, cifras de Petróleos Mexicanos del 2006 al 2012, registraron unos 60 millones de litros robados y sólo una pérdida de 7 mil 500 millones de pesos en dos años

 

Los combustibles robados no sólo han sido ofertados en Estados Unidos, sino en el mismo territorio mexicano a empresarios propietarios de gasolineras, empresas de transporte, gaseras y otros negocios de la zona noreste del país.

 

En noviembre, 24 HORAS informó  que la Procuraduría General de la República y autoridades federales seguían la pista a la venta de combustibles sustraídos ilegalmente de un ducto de PEMEX, con la protección de Los Zetas y El Cártel del Golfo.

 

Los presuntos compradores, de los que no se han dado a conocer los nombres, adquirieron gasolina, diesel y otro tipo de hidrocarburos a pesar de sospechar que su origen era ilícito, pues su costo era hasta 50% menor que el combustible que vende la paraestatal en el mercado legal.

 

Tan sólo en diciembre 2012, al paso de dos semanas, el área de Seguridad Física de Petróleos Mexicanos (Pemex) detectó ocho tomas clandestinas herméticas al paso de dos semanas, eran herméticas y se conectaban al poliducto Topolobampo-Culiacán, en los ductos Playeros de Mazatlán y en el poliducto Topolobampo-Guamúchil-Culiacán.

 

Ayer, también detectó una toma hermética en el poliducto Satélite-Gómez Palacio, en el Ejido San Rafael de los Milagros, a la altura del municipio de Parras de la Fuente, en el estado de Coahuila.

 

 

La noche del 18 de diciembre, se registró una explosión en el poliducto Guaymas-Hermosillo, donde un joven de 19 años resultó herido y con quemaduras en 50% de su cuerpo.